13 maneras de aumentar la capacidad de concentración al máximo

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Tienes ganas de aumentar la capacidad de concentración, ¿verdad?, ¿y quién no quiere hacerlo?

Si estás intentando estudiar y todo te distrae, desde el móvil hasta esa mosca que acaba de pasar, tranquilo, es más común de lo que piensas. Pero mejorar tu foco es POSIBLE, y créenos si te decimos que marcará la diferencia.

La concentración no es solo ser capaz de sentarte delante del libro y leer. Es aprovechar ese tiempo al máximo, hacer que las horas rindan y sentir que avanzas. Cuando te concentras de verdad, vuelas al estudiar: recuerdas mejor, te lo pasas mejor, terminas antes y, lo mejor, te queda tiempo libre sin sentirte culpable.

Además, esa capacidad es un músculo que puedes entrenar. Hay muchas maneras de aumentarla, ya lo verás. Mucho de lo que te ayudará lo hemos mencionado ya en muchos artículos, así que te los iremos enlazando para que los conozcas y profundices, si quieres, en todo lo que necesites.

¿Qué fortalece la concentración?

Analicemos qué es lo que puede ayudarte a mejorar tu capacidad para concentrarte. Primero, te haremos una lista muy concreta, y luego lo iremos expandiendo:

Aquí tienes una lista de factores que pueden mejorar tu concentración. Más adelante, cada punto lo desarrollaremos como un apartado propio, pero aquí tienes una introducción básica:

  1. Come bien, muévete mejor: La alimentación equilibrada y el deporte son el combustible de tu cerebro. Comer alimentos ricos en nutrientes y mover tu cuerpo activa tus neuronas, ayudándote a concentrarte mejor.

  2. Entrena tu mente como si fuera un músculo: Jugar a juegos como el ajedrez, hacer sudokus o incluso leer con atención fortalece tu capacidad de enfocarte. La práctica hace al maestro.

  3. Crea tu cueva de concentración: Un espacio limpio, ordenado y cómodo elimina distracciones externas. Si todo está en su sitio, tu mente puede centrarse solo en estudiar. Y no solo eso, como verás…

  4. Adiós a las distracciones: Móvil en modo avión, notificaciones apagadas y todo lo que no sea útil, fuera. Es como limpiar la pizarra antes de empezar a escribir.

  5. Disfruta: Si lo que estudias te interesa, o al menos te divierte, te costará menos concentrarte. Veremos varias maneras de conseguirlo.

  6. El descanso manda: No subestimes la magia de una buena noche de sueño. Estar bien descansado multiplica tu capacidad de concentración.

  7. Vacía tu basura mental: Si algo te ronda por la cabeza, anótalo. Libérate de esas preocupaciones para dejar espacio a lo importante.

  8. Consigue entrar en estado de flow: Esa sensación en la que pierdes la noción del tiempo porque estás totalmente inmerso. Organiza tu entorno y tus tareas para alcanzarlo.

  9. Hidratación al poder: A veces, el problema no es que no entiendas el tema, es que tienes sed. Bebe agua y mantén tu cerebro bien hidratado.

  10. Se acabó el multitasking: El multitasking es un mito. Hacer varias cosas a la vez es el enemigo de la concentración. Ponte con una sola tarea y termínala antes de empezar otra.

  11. Estrés bueno sí, estrés malo no: El estrés positivo te motiva y te centra. El negativo te bloquea. Aprende a identificarlo y gestionarlo para sacarle partido.

  12. Planifica tu vida para despejar tu mente: Tener un calendario claro, listas de tareas y alarmas elimina la carga mental de decidir qué hacer. Solo ejecuta.

  13. La banda sonora perfecta: Si eres de los que necesitan un poco de estimulación sonora para concentrarse, esto te irá de lujo. Prueba hasta encontrar lo que más te funciona.

Cada uno de estos factores tiene su truco y su ciencia. Te los desarrollamos aquí, uno a uno, para que empieces a aplicarlos en tu vida y consigas la mejor versión de ti mismo como opositor. Profundiza en los que te interesen.

Además, te recomendamos verte este mega vídeo donde analizamos a fondo las típicas rutinas que se suelen recomendar. Míratelo antes de seguir:

1. Come bien, muévete mejor

Tu cerebro convierte todo lo que le das en energía, como el motor de un coche, así que es muy importante que sea bueno todo lo que le des. Si el combustible que le das es de baja calidad, si le das bollería industrial y tres cafés, que no te sorprenda que tengas muy poca capacidad para concentrarte cuando lleves un rato "intentando" estudiar.

Vamos, que necesitas alimentos ricos en nutrientes como frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos y pescado azul. Todo esto (si es junto, mejor) te dará energía para aguantar toda la mañana. Esto también implica que no te deberías de saltar ninguna comida, normalmente, si quieres estar concentrado.

Ah, y por supuesto, no nos olvidemos de que tienes otras maneras de activar tu cuerpo. ¿Sabías que hacer ejercicio físico mejora la memoria y la concentración?

No hace falta que te conviertas en un atleta, pero sí que hagas al menos ALGO de ejercicio cada día, como caminar 30 minutos, practicar yoga o incluso bailar. Esos momentos no son tiempo perdido, al contrario: son una inversión para que, cuando te pongas a estudiar, lo hagas al 100 %.

2. Entrena tu mente como si fuera un músculo

¿Alguna vez has pensado en tu cerebro como en un músculo más de tu cuerpo? Al igual que entrenas en el gimnasio para fortalecer tus bíceps o tus abdominales, tu mente también necesita ejercicio para mejorar su rendimiento, y esta vez no nos referimos a ejercicio físico. La concentración es una habilidad MENTAL que puedes ir haciendo crecer con práctica. No es coña.

Te estamos hablando de, por ejemplo, jugar al ajedrez, resolver sudokus, crucigramas o incluso practicar la meditación. Te pueden ser muy útiles para fortalecer las conexiones neuronales y sobre todo para ganar en disciplina. De hecho, esto pasa porque estas actividades estimulan áreas del cerebro relacionadas con la atención, la memoria y el razonamiento lógico. No vamos a citar ningún estudio, pero podríamos, y además lo hemos probado nosotros mismos y nuestros alumnos… y la verdad es que FUNCIONA.

Piensa que estas recomendaciones tienen su fundamento. Te las desgranamos un poco.

Por ejemplo, el ajedrez mejora tu capacidad para planificar y anticipar movimientos, habilidades esenciales al enfrentarte a un tema extenso. Los sudokus y los crucigramas, por su parte, agudizan tu mente y te ayudan a pensar de manera más ágil.

Además, como extra, nos gustaría añadirte que también es muy recomendable leer de vez en cuando libros densos. Ten en cuenta que la lectura atenta, sobre todo cuando cuesta, te permite mejorar tu capacidad de comprensión y retención de información. Si quieres entrenarte de verdad, tienes que involucrarte con el material, hacer anotaciones y reflexionar sobre lo que estás aprendiendo.

La meditación y los ejercicios de mindfulness, como decíamos, también pueden potenciarte, si es algo que te interesa. Estas prácticas te enseñan a mantener la atención en el presente, a ser consciente de tus pensamientos y a no dejar que las distracciones te dominen. Hay mucha gente que nota resultados con unos pocos minutos al día de este tipo de prácticas.

No esperes resultados inmediatos cuando se trata de entrenar tu cabeza. Todo se irá viendo con el tiempo. Simplemente, tenlo en cuenta y date ese extra de entrenamiento mental, aunque sea de manera casual.

Aunque, siendo sinceros, en la mayoría de casos, lo mejor que puedes hacer para mejorar tu concentración es esforzarte más por concentrarte al estudiar, algo que a veces hace falta. Si eres de los que les cuesta ponerse al lío, léete nuestra guía sobre cómo estudiar sin ganas para que te sirva de apoyo.

3. Crea tu cueva de concentración

Podrías tener un lugar donde, al entrar, tu mente automáticamente se pone en modo "estudio". Sí, es posible hacerlo si creas un espacio dedicado exclusivamente al estudio, y claro, esto puede ayudarte a concentrarte mucho más.

Y es que el entorno físico influye directamente en tu estado mental. Un espacio limpio, ordenado y bien iluminado hace que te distraigas menos y aumenta tu capacidad para enfocarte. Aquí tienes algunos consejos para crear tu propia "cueva de concentración":

  • Elige un lugar fijo: Si es posible, destina un espacio de tu casa solo para estudiar. Nada de hacer otras cosas como jugar a videojuegos, chatear en el móvil… nada. Puede ser un rincón tranquilo. Lo importante es que, al sentarte allí, tu cerebro asocie ese lugar con el estudio. Lo irá haciendo de manera inconsciente.

  • Mobiliario adecuado: Invierte en una silla ergonómica y un escritorio amplio. La comodidad física es esencial para mantener largas horas de estudio sin molestias ni distracciones por incomodidad. Pero ojo, tampoco te pongas cojines o tu concentración bajará… ¿has intentado alguna vez estudiar en la cama?, pues eso.

  • Iluminación: Asegúrate de tener buena luz natural durante el día y una lámpara adecuada para las horas nocturnas. La luz influye en tu estado de ánimo y en tu nivel de alerta. De hecho, hay quien tiene el truco de tener una "luz de estudiar", y que enciende solo cuando se va a poner en serio. Eso también ayuda.

  • Orden y limpieza: Un espacio desordenado puede distraer más de lo que parece. No dejes que nada te genere ese ruido mental. Mantén tu escritorio limpio, sin nada que no sea necesario, con solo los materiales necesarios a mano. Menos es más.

  • Personalización: Decora tu espacio con elementos que te inspiren. Puede ser una planta, una foto, una frase motivadora o algún objeto que te traiga paz. Estos detalles pueden aumentar tu motivación y bienestar, que te harán más fácil concentrarte.

Aquí le da David una vuelta de tuerca al tema de la cueva, para que veas cómo el ambiente le influía al opositar:

4. Adiós a las distracciones

Hoy en día, estamos más distraídos que nunca, y eso convierte estudiar en un reto todavía más grande. Al fin y al cabo, las redes sociales, las notificaciones constantes, los mensajes… todo compite por tu atención. Pero si quieres concentrarte de verdad, necesitas tomar el control y acabar con estas interrupciones.

Aquí tienes algunas ideas:

  • Control de ruido: Si el ruido externo es un problema, considera usar tapones para los oídos o auriculares con cancelación de ruido. Tener SILENCIO mientras estudias es esencial, y eso tiene que ser sagrado.

  • Modo avión y silencio: Antes de empezar a estudiar, pon tu móvil en modo avión o al menos silencia todas las notificaciones. Así evitarás la tentación de mirar cada vez que escuches un sonido o veas una luz parpadear.

  • Espacios sin dispositivos: De hecho, mejor si pones tu móvil en otra habitación: hemos visto que incluso apagado, el hecho de tener el móvil cerca puede empeorar la concentración. Si necesitas el ordenador para estudiar, cierra todas las pestañas o programas que no sean esenciales, y bloquea cualquier cosa que te distraiga.

  • Notificaciones en el ordenador: Desactiva las notificaciones de correo electrónico, redes sociales y cualquier otra aplicación que pueda interrumpirte. Recuerda que ahora es momento de concentrarse, no toca.

  • Ponle un horario a las distracciones: Parecemos monjes con tanta prohibición, y la verdad es que no trata de eliminar para siempre todas las distracciones. Puedes perfectamente convivir con ellas, controlarlas. Por eso, prográmate descansos donde puedas revisar cualquier notificación, pero fuera de tus bloques de estudio.

  • Que tu entorno lo sepa: Seguramente, la gente ya sabe que opositas, pero no que entrar en tu habitación en horario SAGRADO de estudio es un pecado mortal, y que pueden hacer que te distraigas. Por eso, infórmales sobre tu intención de concentrarte más y diles qué horarios quieres hacer, o incluso podéis establecer alguna señal. Así, estarás estableciendo unos límites claros, que te beneficiarán a la larga.

  • Ambiente libre de distracciones físicas: Además de las digitales, elimina cualquier objeto que pueda distraerte en tu espacio de estudio: revistas, televisores, juguetes, etc.

Si haces todo esto, reducirás el ruido, estarás haciéndote muuuucho más fácil estudiar concentrado, y te costará menos estudiar mucho en poco tiempo.

5. Disfruta

Es posible que pienses: "¿Cómo voy a disfrutar esto de sentarme a estudiar para sacarme una oposición, si me han dicho que es un puto infierno?". Pero aquí está la clave: si encuentras formas de hacer que el estudio sea más agradable, tu capacidad para concentrarte aumentará.

Sigue estos pasos:

  • Conecta con tu motivación: Recuerda por qué estás estudiando. Visualízate consiguiéndolo, y piensa en las ventajas que traerá a tu vida. La motivación intrínseca es superpoderosa. Esto te lo decíamos al motivarte para estudiar.

  • Aprendizaje activo: En lugar de leer pasivamente, interactúa con el material. Haz resúmenes, mapas mentales, enséñale el contenido a alguien más o incluso graba audios explicando los temas. Esto hace el estudio más dinámico y entretenido.

  • Gamificación: Hablando de motivación, puedes convertir tu estudio en un juego. Ponte retos, acumula puntos por cada tema completado, recompénsate al alcanzar ciertas metas. Esto añade un elemento lúdico al proceso. Por cierto, en parte esta es una filosofía que estamos implementando en nuestra plataforma de test.

  • Encuentra relevancia personal: Relaciona lo que estudias con situaciones de la vida real o con tus intereses personales. Esto es algo fácil de conseguir con las técnicas de estudio, por cierto, donde puedes usar tus vivencias para memorizar y pasarlo mejor.

  • Haz que estudiar sea divertido: Sí, puedes estudiar de forma divertida y la clave está en saber cómo hacerlo. En nuestro artículo te explicamos como, pero para que te hagas una idea, tienes muchos recursos a tu alcance para conseguirlo. Puedes alternar entre leer, ver vídeos, usar apps, dibujar, etc.

  • Estudia en compañía: Si te motiva, busca compañeros de estudio. Compartir el proceso con otros puede hacerlo más llevadero, sobre todo si eres muy social. A nadie le gusta estar solo en su habitación durante meses.

  • Ambiente agradable: Si sientes que la cosa te supera pero necesitas estudiar, hazte la vida más fácil. Cambia tu entorno para que te sea más agradable estudiar. Ponte música suave o ASMR, tómate una bebida caliente, recompénsate con una buena pizza, añade aromas a tu sala de estudio… Mímate y DISFRUTA más del proceso.

6. El descanso manda

Dormir bien es fundamental para que rindas. Durante el sueño, el cerebro procesa y consolida la información aprendida, repara tejidos y regula hormonas esenciales para el funcionamiento del organismo. Esto ya te lo comentábamos en nuestro artículo sobre el descanso en las oposiciones.

Estas son algunas de las consecuencias de no dormir lo suficiente:

  • Estás menos atento: La falta de sueño reduce tu capacidad para concentrarte y mantener la atención sostenida. Esto es justamente lo que queremos evitar.

  • Problemas de memoria: Dificultad para retener nueva información y recordar lo ya aprendido. Si estás estudiando… está claro: la falta de sueño es tu enemiga.

  • Alteraciones en el estado de ánimo: Mayor irritabilidad, ansiedad y predisposición al estrés. Esto te afectará a la hora de estudiar.

Algunos consejos que te soltamos por aquí, para que descanses como te mereces:

  • Acuéstate y levántate a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto regula tu reloj biológico.

  • Necesitas un dormitorio oscuro, silencioso y a una temperatura agradable. Verás cómo dormirás mejor.

  • Cuando falte 1 hora o menos para dormir, evita al máximo usar el móvil. La luz azul de las pantallas inhibe la producción de melatonina, la hormona del sueño. Ya estás avisado.

  • Te recomendamos hacer algo que te relaje poco antes de dormir. Verás cómo dormirás más profundamente.

  • Por supuesto, nada de tomarte estimulantes a última hora, como el té, café o el chocolate (contienen cafeína).

Además, otra cosa: incorpora pequeños descansos durante tus sesiones de estudio. Tu cerebro será incapaz (sobre todo al principio) de mantenerse concentrado durante muchas horas seguidas. Recuerda que es como un músculo, y los músculos se pueden lesionar…

7. Vacía tu basura mental

Todos hemos experimentado esa sensación: estás intentando concentrarte y, de repente, empiezas a pensar en que tienes que tirar la basura, en qué harás este finde… estos pensamientos consumen espacio en tu "RAM mental", haciéndote más difícil concentrarte en lo que importa.

Para liberar tu mente:

  • Anótalo todo: Ten a mano una hoja en blanco. Cada vez que aparezcan estas cosas en tu cabeza, anótalo rápidamente. Esto le indica a tu cerebro que no necesitas seguir recordándolo, ya que está registrado.

  • Hazte tu lista de tareas: Para que no haya tanto ruido mental, escríbete una lista de tareas, cuando empiece o acabe el día. Tanto personales como de estudio. A partir de ahí, prioriza y organiza tu día.

  • Practica la meditación: Lo hemos comentado más arriba, pero también te ayudará practicar la meditación para tener la capacidad de apartar ideas que "no tocan" mientras estudias.

  • Resuelve tus tareas pendientes: Si sabes que tienes cosas por hacer, programa un tiempo específico para atenderlas. Cuando descanses, tira la basura, piensa en qué harás durante el finde… haz justo lo que te hacía ruido de fondo.

  • Gestiona tus emociones: No todos los días son buenos, y está claro que cuando una emoción cobra mucho protagonismo, va a costar mucho estudiar bien. En casos así, habla lo antes posible con alguien de confianza, o incluso con un profesional.

8. Consigue entrar en estado de flow

El estado de flow, o flujo, es una experiencia en la que estás tan inmerso en una actividad de tal manera que el tiempo parece volar y todo fluye. Es un momento en el que tu nivel de habilidad y el desafío de la tarea están equilibrados.

Si te pones a pensar, seguro que recordarás algún momento en el que te hayas sentido así.

Aquí van algunos tips para conseguir ese estado de flow:

  • Ponte objetivos claros: Antes de empezar, define qué quieres lograr en esa sesión. Si eres específico, podrás enfocarte mejor en lo importante.

  • Elige tareas desafiantes pero alcanzables: Si el material es demasiado fácil, te aburrirás. Si es demasiado difícil, te frustrarás. Intenta encontrar el equilibrio. Si tienes que estudiar algo fácil, compénsalo con algo difícil.

  • Que nada te interrumpa: Si algo o alguien te interrumpe constantemente, da igual lo que hagas, jamás entrarás en "flow".

  • Involúcrate: Conecta con el contenido de manera personal. Pregúntate cómo se aplica a tu vida o por qué es importante.

  • Nada de sesiones cortas: Para entrar en flow necesitas dedicarle al menos 1 hora - 1 hora y media al estudio. Solo así profundizarás suficiente.

Al experimentar el flow, el estudio deja de ser una carga y se convierte en una experiencia gratificante.

9. Hidratación al poder

Aunque pueda parecer un detalle pequeño, mantenerse hidratado es clave para el funcionamiento óptimo del cerebro. Al estar compuesto en un 75 % de agua, incluso una deshidratación leve (1-2 %) puede afectar tu capacidad para concentrarte. ¿A que no lo sabías?

Pues sí, literal: la falta de agua provoca fatiga mental, disminuye la atención y reduce tu capacidad de recordar información. Para evitarlo, haz que beber agua sea parte de tu rutina de estudio.

Así que tienes que CONVIVIR con una botella de agua bien cerquita, y sobre todo beber siempre que puedas (no solo cuando tengas sed). Y, si puedes, intenta evitar consumir demasiado azúcar o cafeína, que podrían deshidratarte y provocarte altibajos.

Si tanta agua te aburre, por supuesto, puedes complementar con frutas y verduras ricas en agua, como el melón, el pepino o las naranjas.

10. Se acabó el multitasking

En un mundo que valora la productividad, el multitasking (hacer varias cosas a la vez) se ha convertido en una práctica común.

Sin embargo, muchos estudios ya han demostrado que el cerebro humano no está diseñado para concentrarse en múltiples tareas a la vez, sobre todo si requieren atención consciente. Por desgracia, mucha gente se ha quedado ahí con la moda del multitasking y no ha cambiado esta mala costumbre.

Y es que reconozcámoslo: hacer multitasking puede ser hasta divertido, y más cuando te toca estudiar.

Pero es que…

  • Cambiar de una tarea a otra consume tiempo y energía mental.

  • La falta de enfoque aumenta la probabilidad de cometer fallos.

  • La sobrecarga cognitiva, bastante probable al hiperestimulante con tantas cosas para hacer, genera agotamiento mental.

Así que ya sabes, no te marees y haz las cosas de una en una… siempre que puedas.

11. Estrés bueno sí, estrés malo no

El estrés tiene mala reputación, pero no todo el estrés es perjudicial. Existe el eustrés, o estrés positivo, que actúa como un motivador y te impulsa a superar desafíos. Por otro lado, el distrés, o estrés negativo, puede bloquearte y afectar tu salud física y mental.

Vamos a definir sus características.

Eustrés:

  • Motivación: Te sientes con más energía, dispuesto a enfrentar retos.

  • Enfoque: Aumenta tu concentración.

  • Resiliencia: Te ayuda a adaptarte y crecer ante las dificultades.

Distrés:

  • Agotamiento: Sensación de fatiga constante.

  • Ansiedad: Preocupación excesiva y pensamientos negativos.

  • Bloqueo mental: Dificultad para concentrarte y tomar decisiones.

La cosa es que un cierto nivel de estrés puede ser beneficioso, pero hay que mantenerlo a raya para que no afecte tu rendimiento ni tu bienestar.

Para manejar el estrés bien, comienza por identificar qué situaciones o pensamientos lo desencadenan.

Una vez reconocidos, en tu día a día puedes ir metiendo actividades que te ayuden a relajarte, como escuchar música o tumbarte 5 minutos.

Y sobre todo pon límites. Tienes que aprender a decir que "no" y evitar comprometerte de más.

Y si sientes que el estrés te desborda, no dudes en buscar apoyo, ya sea en amigos, familiares o profesionales.

12. Planifica tu vida para despejar tu mente

Tenemos la fuerte convicción de que la capacidad de planificación es de lo más valioso que te puedes llevar para garantizarte sesiones con mucha concentración. Al fin y al cabo, reduces incertidumbre y estrés. y así tienes más tiempo para enfocarte en lo que realmente importa.

Cuando te has organizado:

  1. Sabes exactamente qué debes hacer y cuándo.

  2. Optimizas tu tiempo y recursos.

  3. Al tener un plan, disminuye la preocupación por olvidar algo o no cumplir con tus objetivos.

¿Cómo planificar? Algunas ideas:

  • Crea un calendario: Utiliza una agenda física o digital para programar tus sesiones de estudio, descansos y otras actividades.

  • Establece metas SMART: Objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo definido. Esto te da dirección y motivación.

  • Divide el trabajo: Divide el temario en partes manejables si te hace falta.

  • Flexibilidad: Aunque es bueno tener un plan, permítete ajustar si surge algo inesperado. Al fin y al cabo, NO ERES UN ROBOT.

La planificación nosotros la enseñamos a diario a los alumnos de nuestro Plan Élite, por cierto.

13. La banda sonora perfecta

Por último, la música… ¿a quién no le ha ayudado alguna vez en una sesión? La verdad es que puede ser una gran aliada para mejorar la concentración, pero es importante elegir el tipo adecuado.

¿Por qué?

  • Bloquea ruidos externos: Crea una barrera sonora que evita interrupciones.

  • Marca el ritmo: Puede ayudarte a mantener un ritmo constante en tu estudio.

  • Estimula emociones: Ciertas melodías pueden mejorar tu estado de ánimo.

Siempre, siempre, elige música instrumental: Las canciones con letra pueden distraerte. Opta por música clásica, jazz suave, música ambiental o bandas sonoras, o incluso ASMR o sonidos de la naturaleza… ¡lo que te funcione!

Un ejemplo:

Eso sí, no te pases con el volumen. La música tiene que ser ruido de fondo, no algo que no te permita ni "oír tus pensamientos", para que nos entendamos.

Explora y conoce lo que te funciona, insistimos en esto, y eso se aplica a TODOS los consejos. Cada persona es un mundo, y por eso creemos que hay que personalizar al máximo los consejos… por eso te damos tanta información, tantas alternativas… y tantas ideas.

De hecho, puedes y deberías complementar todos estos consejos sobre aumentar la concentración con otros de nuestros artículos, como el de métodos para estudiar y el de tips para estudiar, que están hechos con mucho cariño. Ahí te contamos muchos más trucos para que saques el máximo partido de tu tiempo preparándote los exámenes y oposiciones.

Si en algún momento quieres dar el siguiente paso y aprender a estudiarlo todo más rápido y de manera más divertida, o incluso con alguien que te ayude, ya sabes: nosotros somos una academia online de oposiciones que cuenta con el Plan Élite: un sistema con el que podemos llevarte de la mano y enseñarte estos y muchos más trucos, cosas que solo conociendo tu caso concreto podremos ajustar y recomendarte. ¡Mucho ánimo con ese estudio!

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