¿Quieres saber cómo ser funcionario?, te damos toda la información que necesitas para empezar.
¿Qué se necesita para ser funcionario?
Si miramos en la página del Gobierno, nos lo dejan bastante claro: la manera más habitual son las oposiciones. Estas son, como seguramente sabrás, exámenes y pruebas por las que tendrás que pasar para competir contra otros aspirantes a cargos públicos. Solo los mejores se quedarán con dichas plazas.
👁️ ¿Quieres saber qué es una oposición?, no tengas vergüenza y pásate por nuestro artículo. También, si no tienes ni idea de cómo opositar, pásate por nuestra guía y quédate con las primeras plazas.
En resumen, para ser funcionario tienes que:
Cumplir con los requisitos de tu convocatoria.
Mandar la solicitud en el plazo que estipula la convocatoria (ojo, que a veces son pocos días).
Pagar las tasas para conseguir los derechos de examen.
Conseguir una buena nota en las pruebas que te hagan y la evaluación de méritos.
Te hablaremos de todo esto en los siguientes puntos, pero también te recomendamos verte este vídeo, donde te resumimos todas las fases:
Y este también es muyyy muy bueno:
¿Quién puede ser funcionario en España?
Para ser funcionario, Hacienda lo deja bien claro: cada oposición puede variar ligeramente, pero en general tendrás que cumplir con lo siguiente:
Para ser funcionario en España, debes cumplir ciertos requisitos fundamentales, que pueden variar según el cuerpo o el tipo de administración a la que se quiera acceder:
Nacionalidad: Debes ser español o cumplir con ciertas condiciones para optar como nacional de un Estado miembro de la Unión Europea, cónyuge de un ciudadano europeo, o ser descendiente menor de 21 años (o mayor dependiente). Si el puesto implica la protección de intereses públicos, se exige la nacionalidad española. Los trabajadores no nacionales pueden optar como personal laboral siempre que cuenten con un permiso de trabajo y residencia.
Edad: Se requiere ser mayor de 16 años y no superar la edad máxima de jubilación forzosa. Algunos cuerpos requieren tener al menos 18 años, sobre todo si sus funciones implican ejercer autoridad o suponen riesgos para la salud.
Titulación: Debes poseer la titulación especificada en la convocatoria al presentar la solicitud. Los títulos extranjeros deben estar homologados o disponer de certificados de equivalencia. En profesiones reguladas, es esencial tener el reconocimiento comunitario correspondiente.
Capacidad funcional: Necesitas poder desempeñar las funciones del puesto. Según la convocatoria, puede que debas superar pruebas físicas.
Habilitación legal: No debes haber sido separado de un cargo público por expediente disciplinario o estar inhabilitado para empleos públicos por resolución judicial. Tampoco puedes estar solicitando un puesto en el mismo cuerpo o escala al que ya pertenezcas.
Profesiones con menores: Para trabajar en áreas que impliquen contacto frecuente con menores, se exige no haber sido condenado por delitos sexuales. Es obligatorio presentar un certificado negativo del Registro Central de delincuentes sexuales.
Recuerda que todo esto puede variar en función de la oposición concreta. Si deseas saber más sobre los requisitos te recomendamos pasarte por la página oficial del Ministerio de Cultura, que siempre está actualizada.
🤓☝️ ¡Ah! Y ten en cuenta también que tendrás que cubrir gastos, como las tasas de examen. Te contamos más sobre esto en nuestro análisis, sobre cuánto cuesta opositar.
¿Y qué pasa con los requisitos específicos?
Ojo, porque los requisitos específicos de cada oposición no están expresados en esa página que te hemos puesto, sino en las bases: el documento en el que se anuncia la convocatoria de la oposición y donde tienes todos los detalles sobre qué están buscando exactamente.
¡Hay que leerse las bases! Nunca te olvides de eso. Te lo comentamos en este vídeo:
Tal y como dicen en Hacienda, a menudo los requisitos específicos de titulación que se exigen están muy relacionados con el grupo profesional del puesto al que opositas (por ejemplo, Policía Nacional es C1). Citamos textualmente de la página de Hacienda:
Grupo A:
Subgrupo A1: Se exige estar en posesión del título universitario de Grado, Ingeniero, Arquitecto, Licenciado o equivalente. En aquellos supuestos en los que la Ley exija otro título universitario será éste el que se tenga en cuenta.
Subgrupo A2: Se exige estar en posesión del título universitario de Grado, Ingeniero técnico, Arquitecto técnico, Diplomado universitario, Formación profesional de tercer grado o equivalente.
Grupo C:
Subgrupo C1: Se exige estar en posesión del título de Bachiller o Técnico o equivalente.
Subgrupo C2: Se exige estar en posesión del título de graduado en Educación Secundaria Obligatoria o equivalente.
Si este tema te preocupa, te recomendamos que te pases por nuestro artículo sobre qué oposiciones puedes hacer con tus estudios. Así profundizarás y entenderás mucho qué tipo de opciones tienes.
¿Cuáles son las ventajas de ser funcionario?
Sí, merece la pena ser funcionario. Te diremos lo mismo que dijimos al hablar sobre las ventajas del funcionario de carrera:
Estabilidad laboral: Tienes asegurado tu puesto de trabajo a largo plazo, con un alto nivel de seguridad y muy pocas razones para perder el empleo si cumples con tus responsabilidades.
Sueldo digno: Los funcionarios suelen recibir salarios competitivos, por encima de la media. Además, hay políticas de igualdad salarial y pagos puntuales gracias a la estabilidad financiera del empleador.
Oportunidades de crecimiento: Puedes ascender a puestos superiores mediante promociones internas y adquirir nuevas especialidades, con aumentos salariales según la experiencia acumulada.
Movilidad geográfica: Es posible solicitar traslados a diferentes localidades dentro del territorio español, llevando el trabajo contigo a donde necesites ir.
Vacaciones y permisos: Gozas de 22 días de vacaciones anuales, 6 días de asuntos propios, y facilidades para excedencias o permisos especiales.
Derechos laborales sólidos: Tienes protección contra despidos injustos, acceso a formación, conciliación entre la vida laboral y personal, defensa legal, y derecho a participar en decisiones de tu unidad.
Buen horario: La mayoría de los funcionarios tienen horarios fijos, jornadas intensivas o turnos especiales que permiten disfrutar de tiempo libre y equilibrar el trabajo con la vida personal.
Ventajas sociales: Accedes a beneficios en préstamos, hipotecas y promociones gracias a la estabilidad laboral, además de descuentos en transporte público, vivienda y otros servicios.
¿Qué tipo de funcionarios hay?
Tal y como te explican de manera muy acertada la página del Gobierno sobre Función Pública, hay varios tipos de funcionarios:
Funcionarios de carrera: Son aquellos que han superado un proceso selectivo y han obtenido una plaza fija en la administración pública. Tienen un nombramiento definitivo y gozan de una gran estabilidad laboral. Sus funciones están establecidas según el cuerpo o escala al que pertenezcan, y acceden a la plaza mediante oposiciones u otros procedimientos que establezca la ley.
Funcionarios interinos: Ocupan temporalmente un puesto de trabajo como funcionarios mientras se lleva a cabo un proceso de selección para cubrir la plaza de forma definitiva. Son designados para suplir la ausencia de un titular, cubrir necesidades urgentes o realizar tareas provisionales.
Personal laboral: Trabaja en la administración pública bajo un contrato laboral, similar al sector privado. Pueden tener contratos indefinidos, temporales o para obras y servicios específicos. Sus condiciones están reguladas por el convenio colectivo aplicable y no por el estatuto de funcionarios. Están sujetos al IV Convenio colectivo, principalmente.
Personal eventual: Es contratado para realizar funciones específicas en puestos de confianza o asesoramiento especial, vinculados a cargos políticos. Su nombramiento es discrecional y depende de la duración del cargo que ocupan los responsables que los designaron. No tienen estabilidad laboral y cesan cuando lo hace el cargo que los nombró.
A nuestro parecer, el que vale más la pena (y por el que tendrás que luchar) es el de funcionario de carrera, que es el que consigue la plaza fija.
Si quieres saber más sobre los diferentes tipos de empleados públicos, consulta a partir del artículo 8 del TREBEP.
El tema de los "tipos de funcionarios" nos abre también la puerta a hablar sobre otras maneras que hay de conseguir una plaza. Sigue leyendo para saber más.
Otras maneras de acceder a un cargo público
Aunque las oposiciones son la forma más común de acceder al empleo público, hay otras vías importantes a considerar:
Cupo para personas con discapacidad: Si tienes una discapacidad reconocida y es compatible con las tareas del puesto, puedes beneficiarte de un cupo reservado. En cada proceso selectivo (oposición) se suele destinar un 7% de las plazas a personas con discapacidad, incluyendo al menos un 2% para aquellas con discapacidad intelectual.
Promoción interna: Los funcionarios en activo pueden ascender a puestos de mayor responsabilidad dentro de su misma administración mediante promociones internas. Esto les permite acceder a un subgrupo superior o cambiar de categoría profesional. Para ser elegible, necesitas una antigüedad mínima de dos años en tu puesto actual.
Si has sido trabajador para alguna empresa pública, además, ten en cuenta que se sumará tu experiencia a los puntos que se evalúan durante la fase de méritos (en caso de que tu oposición esto se haga, como ocurre con Correos)
Esperamos que te haya quedado más claro que nunca cómo ser funcionario con nuestra guía. Métele caña y, si quieres opositar como un NINJA, ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos a encontrar la formación ideal para ti.