Hay muchas personas a las que opositar y trabajar al mismo tiempo les parece un reto demasiado grande. Tener una buena estrategia y saber organizarte será la clave para superar incluso a aquellos que se dedican a tiempo completo al estudio.
En el caso de que necesites opositar trabajando sí o sí, estos consejos, basados en nuestra experiencia, van a serte muy útiles:
Reduce tu jornada. Dada tu situación, debes saber que vas a organizar tus sesiones de estudio alrededor del trabajo, así que lo primero será intentar mejorar todo lo posible tu situación laboral frente al reto que te espera.
Piensa en la razón por la que quieres opositar y trabajar. Probablemente estés haciéndolo porque necesitas tener un ingreso, pero quizás puedas permitirte pedir una reducción de tu jornada.
Hay muchos empleos en los que es posible pasar de trabajar 8 horas a hacer turnos de 6 o 4 horas, otros empleos tienen un horario más libre y puedes permitirte hacer jornada intensiva. En el caso de que puedas, haz media jornada de tardes, ya que como verás, te permitirá reservar la mayoría de tu energía para estudiar.
Si estás trabajando sin necesitarlo, puedes plantearte dejar el puesto o incluso pedir una excedencia. Sea el caso que sea, la cuestión está en aumentar la cantidad de tiempo disponible para estudiar. Cuanto más tengas, menos tardarás en aprenderte todo el material.
En el caso de que no puedas reducir tu número de horas ni quieras dejarlo, no te preocupes, hay muchos otros consejos que te servirán para tener éxito en tu misión. Verás que puedes conseguir esa plaza mientras trabajas.
Estudia antes de ir a trabajar
Organiza tu vida alrededor del trabajo para montártelo de tal manera que puedas estudiar antes de trabajar. Esta es una estrategia que le funciona muy bien a muchos opositores.
¿Por qué antes y no después? Seguramente habrás notado más de un día que al volver del trabajo no sueles tener ganas de hacer nada, y cuesta mucho más ponerse a estudiar. Por eso mismo, es mejor idea madrugar aunque sea un poquito y hacer las primeras horas de estudio por la mañana.
Esto te permitirá:
Tendrás más energía para estudiar
Aprovecharás mejor tus sesiones de estudio
No sentirás tanto estrés o ansiedad, al volver a casa después de un duro día de trabajo y saber que aún tienes que estudiar.
Estarás de mejor humor el resto del día, porque ¡ya has cumplido con la responsabilidad que te ayudará a dar pasos hacia adelante en tu vida!
Descansa bien
No te olvides de la importancia del sueño y el descanso, ya que es lo que te permitirá tener un mejor desempeño a la hora de opositar o trabajar. De hecho, dormir mejor está directamente relacionado con el rendimiento de tu memoria, por lo que será indispensable que duermas tus 7–8 horas cada día.
Convierte el estudio en un hábito
Forma un hábito o rutina de estudio, que se repita cada día y, sobre todo, jamás te saltes una sola sesión. Si haces esto, ayudarás a que tu cerebro se adapte mucho mejor a la situación, ya que los hábitos lo harán más óptimo para tus tareas.
Como bien decíamos, complementando el estudio con el trabajo vas a necesitar una buena organización, y fijar un horario concreto para estudiar cada día antes de trabajar (o incluso una o dos horas más por la tarde-noche, cuando ya te sientas descansado) puede marcar la diferencia.
Verás que cada vez tendrás tus neuronas mejor entrenadas y si eres constante llegarás a ponerte automáticamente en modo estudio cuando llegue la hora.
Repasa a lo largo del día
Algo muy potente para convertir el resto de las horas del día en un buen momento para reforzar tus horas de estudio es aprovechar para repasar siempre que puedas.
Algunas formas en las que puedes repasar el resto del día:
Yendo en coche a trabajar puedes escuchar un audio de ti mismo (o de un programa de audio-lectura) leyendo el temario por ti.
Repasar en cualquier descanso durante tu jornada laboral con aplicaciones para móvil y ordenador especializadas en el estudio, como Anki, o revisando tus apuntes. Siempre, evita que esto afecte a tu rendimiento en el trabajo.
Aplicar durante tu jornada laboral, en todo lo posible, aquello que aprendes en el temario. Esto te ayudará a interiorizarlo todo mucho mejor. De ahí, puedes deducir que sería recomendable tener algún trabajo relacionado mínimamente con tus estudios.
5 errores a evitar si trabajas y opositas
En el caso de que quieras tener éxito en este gran reto, oposita y trabaja evitando cometer estos errores:
No tener una estrategia
Como vas a tener muy poco tiempo cada día para aprenderte todo el material, la organización va a ser el factor decisivo, que te ayudará a superar a toda tu competencia de estudiantes a tiempo completo. Por tanto, si estudias, trabajas y no tienes una estrategia tienes todas las de perder.
Plantéate consultar materiales como este y formarte primero para saber cómo estudiar mejor frente a lo que te espera. Ten en cuenta todos los consejos que encuentres, si hace falta apúntate a una buena academia y combínalos para encontrar la rutina ideal para ti.
Un consejo de ejemplo sobre tu estrategia: Deberías fragmentar tu estudio de tal forma que no te parezca apabullante y sea más asequible en el corto plazo. Lo ideal sería que preparases estos fragmentos de estudio teniendo en cuenta cuánto puedes estudiar cada día, antes y/o después de tu jornada laboral. Esto te ayudará en tu motivación, de lo cual te hablamos más abajo en este mismo artículo.
Te recomendamos que pruebes diferentes estrategias y formas de organizarte, hasta dar con aquella que mejor te funcione. Si lo haces, ahorrarás mucho tiempo y jugarás con mucha ventaja, compensando tu situación.
Aquí hablamos de planificación NINJA:
Ser impaciente
Un error que cometen muchos opositores, sobre todo los que tienen que trabajar, es tener impaciencia por conseguir aprobar YA las oposiciones. Entendemos que esta va a ser una temporada dura para ti, pero eso no significa que debas desesperarte. Haz algo que luego te haga sentir orgulloso.
Como nos gusta decir siempre, las oposiciones son una carrera de fondo y, como sabes, un maratón no se supera haciendo un sprint. Necesitas trabajar poco a poco, cada día. Ya vendrá el momento de aprobar y conseguir tu plaza, lo que necesitas hacer es asegurar tu futuro invirtiendo cada día unas horas de esfuerzo a tu futuro laboral. No importa el tiempo que te lleve, lo conseguirás.
Puede que no superes la primera oposición, puede incluso que la segunda tampoco, pero créenos cuando te decimos que llegará tu momento. A veces parecerá imposible, a veces parecerá que esto no se acabará nunca, pero llegará tu momento.
No usar técnicas de estudio
Hay muchas personas que se ponen a estudiar frente a las oposiciones de la misma forma que lo harían frente a un examen de la escuela o el instituto: Simplemente leen y memorizan. Eso es una equivocación, no debes subestimar la dificultad de las oposiciones.
Ya no estás en la escuela, y la competencia que vas a encontrarte en la mayoría de oposiciones va a ser feroz, como poco. Por tanto, aquí el método de estudio que uses va a ser importante para quedarte mejor con la información.
En nuestro blog tienes un artículo fantástico sobre cómo estudiar oposiciones de manera eficaz, que se aplica a cualquier temática. Por supuesto, también tienes nuestro curso de técnicas de estudio.
Distraerse
Para la productividad en general, cualquier distracción puede ser una verdadera lacra, y en el caso de las oposiciones vas a notar cómo las distracciones podrían atrasarte más que nunca.
Durante las pocas horas que vas a tener cada día para estudiar, lo más probable es que sigas con los mismos hábitos de siempre. Hoy en día, a la mayoría de personas les distrae el entretenimiento, las notificaciones y apps del móvil o navegar por internet, por eso te recomendamos lo siguiente:
Deja tu móvil en otra habitación siempre que te pongas a estudiar. Que llamen o mensajeen a otro, todo puede esperar, a ti te toca estudiar.
Si es posible y no interfiere con tu estudio, apaga o limita tu acceso el internet.
Limpia tu escritorio y deja solo lo necesario: Está comprobado científicamente que así te distraerás menos y tendrás más claridad a la hora de estudiar.
Pide a los demás en casa que no te molesten durante las horas que quieras estudiar.
Procura separar tu tiempo de estudio en sesiones con un tiempo razonable, para que tampoco te agotes. Puedes hacer entre 50 y 90 minutos de trabajo, dependiendo de tu práctica y capacidad. Los descansos entre sesiones deberían ser cortos, de unos 10–15 minutos.
Si tienes alguna idea o algo que te ronda mucho por la cabeza, como algo relacionado con tu empleo actual, apúntalo en una libreta o en un papel para acordarte más tarde.
Toca estudiar, por lo que solo céntrate en estudiar. No hay excusas. Nada de atender llamadas, a menos que sea algo urgente.
Como verás, rendirás mucho mejor sin distracciones, y sacarás más partido a tus sesiones de estudio. Todas estas condiciones que te recomendamos serán modificables siempre y cuando te ayuden a mejorar tu productividad, ya que cada caso es un mundo.
Llevarse trabajo a casa
Sabemos de buena tinta que hay muchas personas que tienden a permitir que el trabajo acapare más horas de su vida de las que debería, y esto es algo muy peligroso cuando se combina con unas oposiciones, ¡en las que necesitas todo el tiempo posible!.
Esto es algo común, por ejemplo, en trabajos de oficina, cuando el jefe te pide que prepares un documento para el día siguiente y te sientes obligado a acabarlo en casa. Puede ser que lo hagas un día, pero no permitas que se convierta en una costumbre.
Cuando estés en tu escritorio, en casa, necesitas desconectar de tu trabajo y entrar en modo estudio. No hay nada más importante que poderte concentrar al máximo en tus opos mientras trabajas. Por eso mismo, es importante que no toleres este tipo de deberes. Estás en tu pleno derecho a reclamar tu tiempo de estudio.
Nunca olvides que actualmente trabajas para mantenerte, pero estudias por tus sueños, por tu futuro. Si no olvidas nunca eso, será imposible que pierdas tu foco y tu motivación.
Opositar y trabajar con motivación
En una carrera de fondo como es opositar, sobre todo retrasado con la carga de un empleo, la motivación es un factor más importante que nunca.
Nunca debes olvidar la razón por la que estás haciendo todo esto. La visión de tu futuro trabajo debe ser la motivación interna, lo que te mueve a haber decidido que vas a invertir cientos de horas en estudiar un temario concreto.
Si el empleo que te espera después de todo este esfuerzo te ilusiona, tendrás más probabilidades de levantarte con fuerza cuando te caigas, por eso también es importante escoger bien tu oposición.
Sea como sea, hay veces en los que tu estado emocional podría afectar a tu rendimiento, por lo que si quieres podrías prepararte algunos descansos o premios para motivarte más cuando el temario se pone pesado o algo que ocurre durante tu jornada laboral te hace tener menos ganas de estudiar.
Dicho esto, la motivación durante las oposiciones es algo que va a ser como una montaña rusa: A veces estará arriba del todo y otras veces te tentará hacia el abandono. Sin embargo, también opinamos que no debes dejar que las emociones controlen todas tus acciones.
La realidad es que has formado una serie de objetivos serios para conseguir el trabajo de tus sueños, y ahora, por respeto a ti mismo, no puedes dejar que la falta de ganas de estudiar te haga abandonar. Ahora es el momento de ser disciplinado y resiliente, de crecerte ante la adversidad, de cumplir tu misión de forma diaria, sea cual sea tu estado de ánimo.
Si has seguido los consejos sobre organización que nosotros te damos y evitas todos estos errores típicos de las personas que estudian y trabajan, es seguro que lo lograrás, ya que la motivación podrá subir o bajar, pero tus técnicas de estudio, tu objetivo y tu energía no decaerán.
¿Cómo es opositar y trabajar al mismo tiempo?
Para que te puedas hacer una idea de cómo es opositar, hemos querido traerte el testimonio de David Fuentes CEO de Ninja Formación y formador de opositores durante años:
Posibles experiencias:
Además, queremos incluir una serie de testimonios extraídos del Blog de Patricia Israel :
En primer lugar, tenemos a una abogada, que aprobó Tramitación después de 3 años, estudiando solo los fines de semana.
“Mi consejo es mucha disciplina.. tienes que ver cuántas horas al día tienes que trabajar y calcular el tiempo que puedes dedicar a estudiar. Si son 2 horas pues haces 2 horas al día, y cuando puedas más, mejor pero lo importante es ser constante.
No sirve de nada estudiar un día sí y dos no. Los fines de semana hay que aprovecharlos mucho cuando se trabaja. Y para mí, una buena academia ha sido fundamental. Ellos te marcan objetivos y te exigen lo que no harías por tu cuenta”
Como ves, opositar de lo que ya estaba trabajando fue un factor clave para acortar el tiempo de estudio que necesitó.
Otro testimonio de alguien que dio un gran cambio a su vida después de las oposiciones:
“Yo trabajaba a tiempo completo en una oficina, no era mal trabajo pero no consideraba que estuviera reconocido en mi puesto.
Yo era el típico chico que le encantaba ir al gimnasio y no hacía otra cosa que pensar en comida y pesas, pero mi vida cambió de forma radical. Me decidí por estas oposiciones, con una dificultad añadida; no tenía ni la ESO ni el Bachiller.
Me apunté a clases de mayores de 4º de la ESO y cuando aprobé, me planteé el siguiente paso: Bachillerato. No quería estar dos años más estudiando así que me informé e hice “la convalidación de Bachiller a efectos laborales”. Esto consiste en aprobar el acceso a la universidad y, con la ESO, es equivalente a tener Bachillerato.
Me apunté a un curso intensivo mientras trabajaba todo el día en la oficina. Mi horario era de 08:30 a 14:30 y de 17:00 a 20:00. Las clases empezaban a las 20:00 en la otra punta de la ciudad, por lo que tenía que salir corriendo e ir sorteando coches en moto para llegar a las clases y salía a las 23:00. No tenía tiempo apenas ni de hacer tareas o de estudiar, pero tras 6 meses aprobé y ya tenía todo para empezar a opositar a Justicia, pero claro, ¡necesitaba tiempo!
Me jugué todo a una carta y pedí una reducción de mi jornada con una reducción de salario, así que mi horario pasó a ser de 08:00 a 14:30. De esta forma, disponía de las tardes y fines de semana para estudiar. Cuando comencé, me mareaba al estudiar la Constitución, no tenía ni idea de leyes, de absolutamente nada, pero no sé por qué, estaba seguro de que si me esforzaba podría lograrlo.
Salía del trabajo corriendo, comía en 15 min. me echaba la siesta de 7 minutos (¡sí! 7 minutos porque sabía que había gente que había tenido toda la mañana para estudiar y yo no) y a la biblioteca a estudiar hasta las 21:00. Los sábados y domingos, llegaba el primero a la biblioteca que habría a las 08:00. Si no llegaba el primero, me sentía mal porque creía que había gente que ya se estaba esforzando más que yo.
Y así estuve un año y 4 meses con esa rutina matadora. Sin rastro en mí las pesas ni el ejercicio. Hasta que llegó el día y me presenté a Auxilio Judicial. Me quedé fuera en el corte del segundo por una pregunta pero no me desanimé porque sabía que en Tramitación tenía la baza de escribir muy rápido. Me presenté y al ver el examen y contestar las preguntas en la hoja de respuestas, me salió una lágrima: sabía que había aprobado. No había plantilla, ni siquiera había terminado el tiempo para poder entregar mi examen, pero me había sabido la mayoría de las preguntas y no me lo creía.
El examen de la mecanografía fue un trámite y simplemente me ayudo a subir más puestos por la velocidad.
Y aprobé y fue la mejor decisión, me cambió la vida.
Después de eso mientras trabajaba en la Administración de Justicia, me saqué la carrera de Derecho en la UNED y ahora ando promocionando.”
¡Como has visto, opositar y trabajar es posible! Sobre todo si estás dispuesto a invertir mucho tiempo y tienes ganas de conseguirlo. Nosotros te apoyaremos para que este camino sea mucho más fácil para ti. Descubre cómo aprobar las oposiciones y cómo superar al resto de aspirantes con nosotros. ¡Estamos esperándote!