Hoy vamos a hablar de un tema muy especial: convivir con un opositor.
Yo soy Nick, de Formación Ninja, y me dedico a crear contenidos útiles para opositores, pero hoy quiero dirigirme a esas personas que son la clave en la vida de todo opositor.
Estoy hablando de esas familias y parejas, que tienen que "soportar" en algún momento a alguien que dedica casi todo su tiempo a estudiar. Así tiene que ser si quiere pillar plaza porque, recuerda: opositar es competir, y no se puede hacer otra cosa que dar el 100 %.
Sé muy bien cómo es esto, y lo digo porque he convivido con opositores. Desde fuera se ven las cosas de otra manera, y creo que puedo aportarte mucho si vas a vivir con alguien en esta situación, seas el opositor o esa persona que lo apoya.
Empecemos por establecer las expectativas reales de lo que te encontrarás.
¿Cuántas horas estudia un opositor al día?
Una buena media podría ser entre 3 y 6 horas al día, eso en la mayoría de oposiciones del nivel C1, y con un año de margen.
Las cosas como son: el tema de las horas diarias de estudio tiene bastante debate entre opositores, no hay un dato exacto en el que todos estén de acuerdo.
Primero, porque no es lo mismo estudiar para administrativo que para juez. Por supuesto que alguien con un temario más duro necesitará más tiempo de estudio diario (aunque hay un límite humano, en el que empiezas a perder mucho rendimiento y no compensa).
En horas efectivas de verdad, en general yo pondría como máximo 6 horas al día (aunque hay gente dentro de Formación Ninja capaz de hacer más, pero no es lo habitual).
Ojo, porque horas efectivas significa estar estudiando a saco, no buscando temarios o navegando por internet. ¡Que hay mucha gente que dice que estudia 12 horas al día y eso no se lo creen ni ellos, porque lo que cuentan son las horas que se pasan sentados frente a los apuntes (aunque miren el móvil)!
Y, aunque así fuera, aunque cayeran en la clásica trampa de opositor novado donde se creen que “más horas es mejor”, con esas 12 horas de estudio estarían perdiendo rendimiento, y sería casi lo mismo (o hasta menos) que estudiar 6 horas.
Por si no ha quedado claro todavía, que sé que cuesta de entender:
Y también tenemos el factor del tiempo de margen. Si tienes solo 3 meses antes del examen y lo llevas bastante mal… no vas a estudiar 3 horas, vas a hacer todo lo que puedas con tu tiempo, aunque tengas que estudiar 8-10 horas al día (y de verdad, con cafeína en vena).
Cris respondía a este tipo de duda el otro día:
Con todo esto, vengo a decir que es probable que tu querido opositor se va a pasar la mayor parte del día en su cuarto estudiando, o intentándolo (a no ser que estudie en la biblioteca, que también lo recomendamos de vez en cuando).
Y hablando de tiempos, considera recomendarle a ese opositor que use técnicas de estudio. Que no lo digo solo yo, lo explican por aquí con un caso real:
Si te parece interesante el tema, intenta que se mire nuestra mega guía de tips para estudiar, que está ayudando a mucha gente a empezar con este tema. Tenga el nivel que tenga.
El estado de ánimo del opositor
El estado del ánimo del opositor es todo un tema, la verdad. Tú, que lo vas a apoyar (y te enseñaré cómo), necesitas conocer esta realidad mejor que nadie.
En algunos momentos se siente imparable, con energía para comerse el mundo, y en otros (sobre todo cuando tiene que estudiarse un tema difícil) podría tener la sensación de no ser suficiente.
Esa lucha interna hace que se cuestione a cada rato si está haciendo lo que debería, generando frustración y, en ocasiones, hasta sentirse culpable por descansar, incluso cuando sabe que es necesario. Y ahí es cuando se cae en la trampa de las 12 horas, muchas veces.
La presión que se autoimpone (siempre es bueno tener un poco de presión, eso sí) puede llegar a ser muy fuerte. Si es perfeccionista, se exigirá el máximo, y esperará que todo lo salga bien, pero nunca estará satisfecho.
Esto puede ser peligroso. Esa autoexigencia puede llevarlo a un estado de ánimo inestable, con un profundo cansancio emocional. A esto lo llamamos síndrome del opositor, por cierto.
Otro aspecto importante es el aislamiento. En su afán por dedicarle todas las horas al estudio que pueda, el opositor tiende a desconectarse de la vida social. Se encierra en su mundo para concentrarse, lo que, aunque en un principio le ayuda a avanzar, poco a poco puede hacer que se sienta más solo que nunca.
También, verás que estarán muy presentes la ansiedad y el estrés. Se pasará las noches pensando sobre su futuro, repitiéndose a sí mismo frases del estilo… "¿y si fallo y no pillo plaza?". Porque, ya sabes, nadie te garantiza una plaza cuando opositas y son muchos los que se quedan fuera o abandonan.
Este es un vídeo-parodia, pero te puede servir para hacerte una idea de su mundillo.
¿Le ayudamos?
¿Cómo tratar a un opositor?
Empecemos por hablar de cómo deberías de tratar a un opositor. Lo obvio sería decir "con tacto", pero es que no se trata solo de ser amable o comprensivo con él. Tienes que adaptar tu actitud y forma de relacionarte para acompañarle de verdad.
Aquí te explico algunas claves para que te hagas una idea de cómo deberías de apoyarle:
1. Muestra empatía
Aunque no estés en su lugar, tienes que intentar sentir empatía por él. Imagínate haciendo una maratón de estudio que nunca parece acabar, donde parece que la meta es difícil de alcanzar, y que encima cada minuto cuenta.
Esa presión y cansancio acumulados pueden hacer que el opositor se sienta abrumado. Si lo entiendes, te será más fácil darle apoyo de verdad.
2. Sé el hombro en el que llorar
Es fundamental que te conviertas en un apoyo emocional incondicional. Tienes que estar ahí cuando el opositor esté hasta arriba de problemas. Te va a necesitar.
Escúchalo sin juzgar, permite que se desahogue y recuérdale cada pequeño logro, porque cada avance es un paso importante hacia su meta.
A veces, un simple abrazo puede ser todo lo que necesitaba para recargar las pilas.
Y no olvides tener paciencia y sacar todo tu buen humor: sonríele, hazle reír... en fin, alivia esa tensión y estrés. Recuérdale que la vida no es solo estudiar, que también se lo puede pasar bien.
3. Respeta sus tiempos y necesidades
Es normal que a veces la rutina del estudio se imponga en tu convivencia, y esto lo saben mejor que nadie las parejas de los opositores.
Tienes que buscar el equilibrio aquí: hay días en los que el estudio tiene que ser la prioridad número uno, pero el opositor tendrá que conceder al menos algunos ratos de calidad contigo.
Puede que no sea el mejor momento para iros al cine a ver una peli de 3 horas, o incluso de viaje unos días (cuando se acerca la fecha de examen), pero sí que podéis iros de cena o algo así de vez en cuando.
Recuérdale la importancia del descanso mientras se oposita, y dale alternativas para que descanse de verdad. Pero, ojo, solo si está de acuerdo. Nada de obligar aquí… que cada uno tiene sus ritmos y hay que respetarlo.
4. Evita juzgar sus métodos y ritmos
Cada opositor tiene su forma de ser y de enfrentar este reto. Es tentador sugerir técnicas o imponer una rutina que tú consideres ideal, pero recuerda que el camino de cada uno es personal.
En lugar de señalar lo que “debería” hacer, puedes darle alternativas, pero que él decida porque, en primer lugar, él no es tú y puede que lo que a ti te funciona, a él no.
5. Hazle la vida más fácil
Convives con él, ¿no? Además de darle el trato que se merece, como luchador que es, hay algo que puedes hacer por él o ella.
Ahora que entiendes cómo es su día a día y cómo se siente, vas a tener que hacerle la vida más fácil.
¿Por qué?, porque a un opositor que curra de verdad apenas le queda energía para otra cosa que no sea su oposición.
Mi recomendación es que le ayudes primero de todo con esos pequeños gestos que tanto cuentan:
Protege sus horas de estudio, que nada ni nadie le moleste cuando necesita concentrarse. Esto es lo más importante de todo.
Encárgate de hacer la comida tú, y eso es solo un ejemplo. Vamos, que no le obligues a invertir tiempo en tareas del hogar.
Limpia la casa cuando haga falta, y evita que el opositor se sienta responsable de hacerlo. Que él se centre en estudiar, y disfrute de un entorno más sano.
Ocúpate de pagar sus gastos, si puedes. Un opositor sin dinero va a tener que ponerse a trabajar, y no lo recomiendo para nada. Por supuesto, me refiero a parejas y padres.
Pon orden en su vida (si se deja), ya que muchos opositores agradecen recuperar algo del orden que tenían en sus vidas antes de meter tantas horas de estudio. Si ves que su cueva empieza a ser un caos, ofrécete para ordenarle el cuarto y déjale a mano todo lo que necesita, o proponle maneras de organizarse si él no sabe.
6. No intentes dirigirlo
Tu papel es acompañarlo, no dirigirlo. No me seas sargento.
Si has opositado antes, compártele tus experiencias, explícale lo que te ha funcionado, pero no lo presiones para que lo adopte en su día a día. Recuerda eso que te he dicho sobre que cada persona es un mundo.
El opositor necesita tomar sus propias decisiones y aprender a gestionarse él solo.
Y precisamente, algo que puedes hacer es mostrarle una nueva manera de estudiar, y que decida él si quiere o no aplicarla.
Por eso...
7. Descúbrele las técnicas de estudio
No importa si eres un amigo, pareja o padre de ese opositor. ¿Sabes qué es lo que más puede ayudarle a lidiar con esta etapa tan dura?, pues ganar recursos y herramientas para gestionarla mejor y sacar esa notaza que tanto busca.
Esto es lo que te contaba al principio, cuando te mostré esa entrevista tan chula de David con dos opositores: uno que usaba técnicas y otro que no.
¿Te imaginas que fuera más fácil opositar (aunque siempre es difícil)?, pues eso es lo que hemos conseguido hacer realidad en Formación Ninja aplicando técnicas de estudio. Y eso es solo una parte.
Además, mira el tipo de cosas que nos encanta explicar:
Nosotros damos una formación completa para varias opos, 100 % online, donde enseñamos a los opositores a estudiar de una manera distinta. Es un sistema de estudio más divertido, más ameno y sobre todo más eficaz.
Lo sabemos porque ya hemos conseguido muchísimos resultados y hemos hecho que muchos opositores se conviertan en el TOP 1 de su convocatoria, solo porque alguien les dio las herramientas que necesitaban. ESO, que es empoderar al opositor, tengo claro que es el mejor tipo de apoyo.
Mira lo que dicen los opositores (de una quedada que hicimos):
Espero de todo corazón que tu experiencia conviviendo con un opositor sea lo más llevadera posible, sobre todo después de leer esta guía. Si crees que tu opositor puede beneficiarse de nuestros sistemas, ya sabes, contáctanos y le buscamos un hueco en nuestra academia online de oposiciones.