Si empiezas a notar que no aprovechas bien tu tiempo de estudio y has bajado en rendimiento, seguro que te será útil conocer todos los secretos que te compartiremos sobre cómo potenciar la atención y concentración en el estudio.
Para empezar, lo más importante es que primero entiendas de qué estamos hablando cuando nos referimos atención y concentración. Tal vez no es exactamente lo que crees.
¿Qué es la atención?
Para poder diferenciar entre atención y concentración es importante que hablemos de qué es cada una. Solo así entenderás exactamente en qué estamos trabajando. Podrás encontrar muchas definiciones distintas, pero la que nos interesa aquí y ahora es la científica. Según cita Carlos en su guía:
La atención se define como la capacidad de seleccionar la información sensorial y dirigir los procesos mentales
En otras palabras, es la capacidad que tiene una persona para decidir con qué parte de la información que reciben sus sentidos quiere quedarse. En el momento que alguien aplica su actividad mental y sentidos a un estímulo concreto, está atento.
La atención son los ojos mentales con los que miramos el mundo, lo que nos permite percibirlo todo. Es el lugar u objeto en el que se centran parte de nuestros procesos mentales, aquello que procesamos. A veces es voluntario y otras veces involuntario.
Por ejemplo, cuando estamos en la calle podemos estar atentos a nuestros alrededores. Podemos tener varios estados de atención y esta puede ser dispersa o enfocada en algo concreto y, gradualmente, esto puede pasar a ser un estado de concentración.
¿Qué es la concentración?
La concentración es:
“El aumento de la atención sobre un estímulo en un espacio de tiempo determinado”
Es un acto voluntario instantáneo de modulación en la intensidad de la atención y requiere mucho más esfuerzo. Cuando estás en una clase y quieres estar atento y concentrado, estás realizando un esfuerzo por ignorar otros estímulos que no son el profesor e intentas acallar cualquier pensamiento que aflore y te pueda distraer.
Cuando estás en estado de concentración, quieres subir el volumen de aquello que te interesa entender o captar lo mejor posible y quieres bajar el volumen de todo lo demás. Modulas la atención que aplicas a cada cosa.
Por otro lado, hay que remarcar que la concentración es un estado posterior a la atención. Por eso es importante que primero sigamos hablando de atención.
Tipos de atención
A la hora de estudiar es importante entender la diferencia entre diferentes tipos de atención.
Atención sostenida
La atención sostenida o atención dispersa es un estado base para poder procesar todo lo que nos rodea. Si tienes un buen descanso, tendrás siempre una buena atención sostenida. Es gracias a ella que puedes estar atento de forma constante sin necesidad de hacerlo voluntariamente (todo acabaríamos estando muy tensos). Esto también se conoce como vigilia o estar consciente.
Atención selectiva
La atención selectiva es un requisito para conseguir el estado de concentración. Es la capacidad para ignorar todo aquello que te molesta en ese momento (o no te interesa) y enfocarte voluntariamente en lo que te interesa.
Atención dividida
Como ya es obvio, la atención dividida se basa en la capacidad para el multitasking, para realizar más de una tarea a la vez de forma eficiente. Esto solo es posible en tareas más o menos mecánicas, que puedas hacer en piloto automático, como conducir, ir en bicicleta, etc.
La atención dividida reduce drásticamente la capacidad de concentración y no se puede aplicar al estudio, ¡seguro que alguna vez has intentado leer o estudiar con Netflix de fondo y sabes lo que queremos decir!
Problemas de atención
Mientras estudias puedes tener diferentes problemas relacionados con la atención, que pueden ser causados por una mala organización en el estudio. Es importante que tengas unos buenos hábitos como los que mencionamos en nuestro artículo sobre cómo memorizar rápido
Una persona con problemas de atención tiene los siguientes síntomas:
Cualquier cosa le distrae
Se le escapan los detalles de aquello en lo que se supone que está atento
Comete errores por descuido, a pesar de creer que está atento
Evita las tareas que requieren una atención sostenida
Mueve su atención de un lugar a otro
Estos, y muchos otros problemas asociados con la atención son más que comprensibles, ya que esta juega un papel fundamental en el aprendizaje. Veamos más detalles sobre sus repercusiones en el estudio.
¿Qué papel juega la atención en el estudio?
Si no puedes estar atento te va a resultar casi imposible estudiar, así de simple. Al no poder tener atención, no puedes dirigir tu cerebro hacia la tarea que te interesa y no puedes captar ni entender la información que quieres conseguir.
Además, a un nivel mental la atención también es muy importante. Por ejemplo, durante un examen, es vital (además de estar por la labor) que puedas pensar en qué respuesta es mejor para la pregunta que tienes delante, hay un proceso mental implícito que tiene que seguir un hilo. Para eso te será necesaria la concentración también.
Si no hubiera una buena atención también te sería imposible memorizar textos largos, ya que tu foco se iría constantemente a todos lados menos donde debes.
Sin atención no podrías hacer NADA. No podrías concentrarte durante largos períodos de tiempo ni sacarte esas notazas que conseguirás sabiendo todo lo que compartiremos contigo en artículos como este.
Cómo concentrarse para estudiar
Ahora ya entiendes mejor cómo funcionan la atención y la concentración. Sabes que pasar atención a concentración es algo gradual y entiendes lo importante que es estar atento en tu estudio antes de concentrarte.
Por eso, ha llegado la hora de hablar sobre cómo concentrarse para estudiar.
Algunos factores, como el entorno de trabajo o lo que haces antes y después de cada sesión, influyen mucho en tu capacidad para lograr estar concentrado.
Cuanto más fácil lo tengas, menos esfuerzo tendrás que hacer para concentrarte y más tiempo podrás aguantar sin cansarte.
Problemas de concentración
Aquí van algunos problemas típicos que suelen problemas en la concentración y el rendimiento durante el estudio.
Distracciones
Cuando estás intentando concentrarte en el estudio es común tener en tu periferia algunas distracciones potenciales, como las notificaciones del móvil o un ambiente movido.
Esto puede ocurrirte al tener el móvil cerca mientras estudias o hacerlo en el comedor de la casa de una familia numerosa. Evítalos a toda cosa para que te cueste menos concentrarte.
Ya te hemos hablado de esto antes con la atención dividida y en el multitasking cuando te hablábamos de trucos para memorizar rápido, pero es vital que lo tengas en cuenta ya que impide que te puedas concentrar al 100%.
Si el tema que tienes delante es muy complicado, no permitas que ninguna cosa innecesaria absorba parte de tu concentración.
Preocupaciones
Otro distractor muy potente, que muchos estudiantes no tienen en cuenta, son las preocupaciones. Y es que, aunque no las podamos ver ni tocar, siguen estando ahí cuando te pones a estudiar.
Si ves que tienes pensamientos y preocupaciones intrusivos durante tu hora de estudio es importante que antes de empezar la sesión intentes deshacerte de ellas o posponerlas de alguna manera. Algo que te puede ayudar mucho es el truco del folio de David Fuentes:
Cansancio
Ya te hemos hablado muchas veces de la importancia del descanso y la buena planificación, y es que tu capacidad de atención y concentración es un recurso limitado que puede agotarse a lo largo del día. Esto también está muy ligado a tu estado de ánimo y tu motivación.
Por eso, cuando llevas varias horas estudiando o no has dormido bien es normal que nada te entre en la cabeza. Esto también puede empeorar con la edad, ¡así que aprovecha estos años para estudiar a tope!
En los momentos en los que te sientes cansado, lo mejor que puedes hacer es seguir lo que te dice el cuerpo y dejarlo estar por hoy, mañana ya será otro día. Necesitas descansar, así que hazlo.
Ejercicios para mejorar la atención y concentración
Si ves que tienes problemas para estar atento y concentrarte, te queremos proponer varios ejercicios que pueden ayudarte mucho.
Una tarea a la vez
Vivimos en la era de las multipantallas, en la que cada vez está más normalizado navegar por Instagram mientras miramos una serie en Netflix. Por eso es normal que nuestros malos hábitos se expandan a nuestro estudio.
Algo que te ayudará mucho a concentrarte mejor es dejar de sabotearte a ti mismo y eliminar de una vez por todas las distracciones de tu entorno.
Cuando sea hora de estudiar, céntrate solo en esa tarea e ignora el resto. Sigue el truco del folio que te explicamos más arriba y ve un poco más allá.
Libérate de preocupaciones, ahora lo que toca es lo que tienes delante. Estudia solo un tema, una sección o un texto a la vez, ya tendrás tiempo de preocuparte por otras cosas después, no quieras abarcarlo todo, es imposible. Cuanto antes te concentres, antes acabarás lo que tienes delante y más eficiente serás.
Practica el mindfulness
El mindfulness, basado en la meditación, es una práctica que te ayuda a entrenar directamente tu capacidad de atención y además te relaja.
Dado que ya hemos hablado de la meditación no queremos extendernos mucho, pero consiste en centrarte en algo de forma relajada durante el tiempo que puedas. Normalmente, esto se realiza mediante la conciencia del propio cuerpo, lo que te permite practicarla en cualquier lado.
La atención y el mindfulness son temas que han obsesionado al famoso psicólogo Daniel Goleman durante los últimos años. Aquí tienes una de sus entrevistas. Muy recomendable de ver, por cierto.
Cuando estés en algún momento del día en el que no estás haciendo nada, puedes practicar mindfulness. No importa si estás en tu casa o en el metro, la cuestión es tener unos minutos de tranquilidad. Céntrate en la sensación que tienes al respirar, en cómo el aire entra y sale por tu nariz o tu boca, siente su ritmo y cómo mueve tu diafragma.
La imagen mental
Si te gusta visualizar o recordar imágenes en tu mente, este ejercicio te va a encantar y con él vas a trabajar al máximo en tu capacidad de concentración, para acabar REVENTANDO tu oposición.
Coge un objeto que tengas a mano y obsérvalo con plena atención durante 2 o 3 minutos. Luego, esconde el objeto.
Cierra los ojos y ponte cómodo
Recrea la imagen del objeto en tu mente de la forma más exacta posible.
Imagínate que has memorizado un lápiz. A primera vista puede parecer fácil, pero todos los objetos tienen detalles que se nos escapan a simple vista. Tendrás que recordar todos sus golpes, muescas, texturas, colores, etc.
Para comprobar qué tal lo has hecho, cuando tengas tu imagen mental bien clara vuelve a comprobar el objeto y verás si la has clavado o no. Puedes ir aumentando la complejidad de este ejercicio usando objetos más complicados.
Esta capacidad para recordar imágenes también puedes aplicarla fuera del ejercicio, intentando evocar imágenes de cosas que te han pasado durante el día o incluso conversaciones.
Tal vez no te has dado cuenta, pero mientras has estado haciendo todo esto has estado concentrado, lo que ha reforzado tu capacidad. Practica algunos de estos ejercicios de vez en cuando y verás cómo disfrutas de los beneficios de una mayor concentración en el estudio.
Los beneficios de estar con atención y concentración plena en el estudio
Está claro que estás leyendo este artículo porque te interesa estar más concentrado mientras estudias, y es normal. La atención y la concentración son la base del aprendizaje.
Los beneficios que puedes disfrutar al estar atento y concentrado durante tu estudio lo convierten en algo indispensable
Eres más productivo
Con menos cantidad de tiempo logras aprender más rápido y mejor. Aprendes una cantidad más grande de información y luego tengas más tiempo libre. Ser más productivo te ayudará también a combatir la temida curva del olvido, y no te dará tiempo a olvidar nada.
La concentración es una habilidad muy importante, que mejora tu capacidad para procesar la información que más te interesa, sin perder tiempo.
Sufres menos estrés
El estrés es algo que suele venir acompañado por la sensación de ser incapaz de lograr los objetivos que te marcas. Por eso, cuando eres productivo y tienes toda tu atención puesta en el estudio, te sientes más capaz, sabes que controlas la situación y por tanto estás menos estresado.
De hecho, si lo haces bien, a veces incluso entras en un estado de conciencia conocido como flow, en el que todo tu cerebro va a velocidades vertiginosas procesando los datos y avanzas muchísimo en tu trabajo, lo que incluso puede hacerte sentir placer.
Te cansas menos
Aunque parezca mentira, al estar más concentrado en una sola cosa y distraerte menos, esto también te hace ser más eficiente con tu energía mental, lo que significa que estudiar te cansa menos.
Dormirás mejor
Al tener menos estrés por no estar llegando a tus objetivos y cansarte menos, estarás menos sobrepasado por tu estudio y eso te permitirá dormir mejor durante las noches.
Si lo piensas bien, eso es un círculo vicioso, porque al dormir mejor luego también estarás más fresco por la mañana… y los beneficios que tiene el buen descanso para la salud son innumerables.
Música y herramientas para mejorar la concentración
Hay muchas personas a las que les puede ayudar el uso de música para permitirle tapar mejor las distracciones sonoras que tienen alrededor mientras estudian. Esto es especialmente útil en el hogar o en la biblioteca, donde sabes que puedes bajar la guardia pero eres consciente de que hay otras personas a tu alrededor y cualquier sonido puede distraerte.
Si te interesa probar, te recomendamos que pruebes a ponerte música como esta mientras estudias:
¡Como has visto, la atención y concentración en el estudio es un tema interminable! Esperamos que apliques nuestros consejos y que practiques los ejercicios que te hemos recomendado. Seguro que la próxima vez que te sientes a estudiar notarás una gran diferencia y podrás disfrutar más de tu tiempo libre. Además, en Formación Ninja te acompañamos en todo el proceso de estudio para aprobar tu oposición. ¡Vamos a por tu APTO!