Si estás pensando en preparar oposiciones, en este artículo te daremos 7 técnicas de estudio pensadas para oposiciones, que pueden darte una ventaja CRUCIAL.
Porque sabemos que no es nada fácil empezar a estudiar para unas oposiciones. Son muchas las dudas que te pueden venir a la cabeza. Desde cómo organizarse para estudiar, cómo concentrarse, si debería escoger unos métodos de estudio concretos, técnicas de memorización…
¿Y quién mejor para explicártelo que NOSOTROS, que somos una academia de oposiciones conocida por haber revolucionado la manera de estudiar en muchísimos campos, gracias a nuestras técnicas de estudio?
Por qué usar técnicas de estudio para estudiar oposiciones
Las técnicas de estudio son un conjunto de trucos para estudiar. Son sistemáticos y están optimizados para aprovechar al máximo tu dedicación.
Hace ya muchos años que existen muchas técnicas diferentes, y podríamos hablarte de todas ellas, pero hay algunas que con el tiempo hemos visto que son MUCHO más útiles al estudiar para una oposición.
Cuando decimos técnica, nos referimos a una manera de ahorrar tiempo, ser más eficiente. Esto es CLAVE si quieres superar una oposición, donde hay una competencia BRUTAL.
Cuidado, porque no debes confundirte. No es lo mismo saber estudiar que ser organizado y estudiar con pomodoros o hacerlo con estrategia usando repetición espaciada teniendo en cuenta la curva del olvido.
La cosa va mucho más allá: necesitas memorizar mejor que NUNCA, y para eso te harán falta muchas herramientas, recursos, sistemas a los que recurrir. Y alguien te los tendrá que explicar bien para aprovecharlos al máximo (esperamos ser nosotros).
Por todo esto, en este artículo encontrarás las 7 MEJORES técnicas de estudio que podrías emplear durante esta carrera de fondo que es opositar. Y lo mejor es que te las explicaremos con mucho detalle, incluso con vídeos nuestros, para que entiendas al 100 % de qué se tratan y… si quieres, luego te daremos una manera de expandir mucho más (y conocer MÁS técnicas y sistemas).
Las 7 MEJORES técnicas de estudio para estudiar oposiciones
1. Subrayado jerárquico
La lectura de contenidos del temario es la manera más simple e intuitiva para preparar oposiciones. Sin embargo, si lo haces sin técnica, podrías estar perdiendo una gran cantidad de tiempo.
Subrayar las partes más importantes de los temarios de estudio para oposiciones es fundamental para adquirir una mayor retención de conceptos clave y su memorización posterior.
Bajo esta técnica debes seleccionar las partes más importantes del temario y clasificarlas en diferentes tonos. Justo como te explicamos aquí:
El subrayado bien hecho optimiza la lectura, así que éste podría ser el primer paso para después resumir el texto y memorizar sus contenidos.
Ojo, porque no hay que saber priorizar. Debes evitar caer en el “venga, un poquito más de subrayado”. Para ello, tu única alternativa es primero pensar “¿de verdad esto importante?”.
Y, si bien es positivo usar un código de colores que separe temáticas (por ejemplo; en verde los nombres de leyes y en amarillo las palabras clave que las definan), deberás ir en cuidado de no acabar con un código demasiado complejo que convierta tu técnica en un desorden de subrayado continuo en el que todo y nada destaca a la vez.
Por lo tanto, si quieres optimizar al máximo tus métodos de estudio, la mejor manera de empezar es con una lectura analítica en la que apliques la técnica del subrayado, siendo consciente de no subrayar la totalidad del texto y limitando aquello que decides destacar. Solo así puedes empezar con buen pie una sesión de estudio activo.
Por supuesto, cada persona tendrá un código de colores muy concreto. Todo dependerá de tus necesidades concretas ¿Quieres un ejemplo práctico? Pues mírate este artículo donde te contamos cómo subrayar y memorizar la Constitución Española. ¡Toma nota!
2. Resúmenes
Ahora que tienes a mano todo el contenido, y que puedes leerlo de una manera más estructurada, por prioridades, tienes la oportunidad de, si lo necesitas, generar un resumen.
El resumen o esquema es un clásico, ya lo sabemos todos, pero es que ahora que has empezado a estudiar con más técnica, puedes aplicar por ejemplo el principio de jerarquización por colores también en tu estudio.
Por ejemplo, puedes empezar por resumir solo los datos que sean más importantes para ti (por ejemplo, en rojo) y luego ir bajando "capas" de importancia. Así, primero tendrás un material con la información más imprescindible, y luego puedes ir bajando y creando resúmenes con material de menor importancia.
Esta es solo una de muchas posibles estrategias, y podríamos extendernos muchísimo con este tema. Por eso, si quieres saber más, te recomendamos que te mires nuestro artículo sobre el método Cornell, un sistema de toma de apuntes, pero también de síntesis y de creación de resúmenes que podría dar en el clavo. También te recomendamos que repases lo de cómo hacer esquemas para estudiar, si no tienes todavía claro cómo hacerlos.
3. Mapas mentales
¿Qué son los mapas mentales? Podríamos decir que son todos aquellos gráficos que representan ideas complejas de manera visual y estructurada. Se trata de representar visualmente todos aquellos conceptos del temario de las oposiciones y sus relaciones para facilitar su memorización. Puedes expresar causalidad, consecuencia, igualdad, etc.
En un mapa mental definirás todos aquellos conceptos clave que necesitas conocer y los asociarás mutuamente, definiendo ideas o profundizando en sus relaciones.
Ojo, porque para hacer un buen mapa mental tendrás que aprender a sintetizar la información con la menor cantidad de palabras posibles.
Aquí Sebas Font, uno de nuestros profesores, lo explicaba ya hace años:
Como ves, pinta bien. Es uno de los mejores métodos para asociar ideas distintas y establecer relaciones de diferentes tipos, tantas como te quepan en el papel.
Usa colores, diferentes trazos, viñetas, etcétera. Exprime al máximo tu creatividad. El hecho de que sea visual te ayudará a ver y memorizar todas las relaciones de un vistazo.
La mejor manera de hacer mapas mentales es con papel, bolígrafo y tu creatividad. No necesitas más ingredientes.
Para empezar, estructura los contenidos en un borrador. Haciendo una lista de todos los contenidos que quieres representar en el mapa, crear abreviaciones o acrónimos (lo vemos más adelante), tener claras las relaciones entre ellos y cómo las vas a representar.
Luego, ya sabes, te toca ponerte manos a la obra crear con ese código de colores tu mapa mental, que ya tendrás pensado y planificado.
Aunque sea irónico, al final, te servirá más el hecho de haber creado el mapa mental para "aprenderte" y visualizar todas las relaciones que el mapa en sí. Cada cerebro funciona distinto, y no te valdrán mapas mentales de otras personas. Por todo esto, tienes que hacerte tu propio mapa mental.
4. Acrónimos
No hay ninguna receta mágica que te permita memorizar rápido para un examen, menos aún cuando se trata de preparar oposiciones. Sin embargo, la técnica de los acrónimos puede ser la que más se aproxime a este ideal.
Para aquellas palabras compuestas, frases complejas o aquellos nombres que tienes que memorizar sin más, te será muy útil inventarte acrónimos a partir de las iniciales.
Nosotros estamos enamorados de los acrónimos. Ya lo dejaba claro en uno de sus vídeos Marfil, nuestro profesor más veterano:
Para que quede claro, un acrónimo es una sigla que pronunciamos como una palabra y que sintetiza un texto mayor. En nuestro día a día no paramos de leer acrónimos en todos lados. Desde el “SEPE” (Servicio de Empleo Público Estatal) o “EEUU” (Estados Unidos).
Si lo usamos en nuestro día a día y nos ahorra tiempo en la comunicación oral (y escrita), ¿por qué no usar esta técnica para el estudio académico o para preparar oposiciones?
Por ejemplo, si debes estudiar nombres de leyes como por ejemplo "Ley de Propiedad Horizontal", será siempre más útil pensarla como LPH. Además, el proceso en sí mismo de descubrir la palabra, decirla en voz alta y escribir el acrónimo habrá fijado en ti su contenido.
En esta técnica también es muy importante jugar con la musicalidad de los acrónimos.
Si usas la técnica para memorizar, por ejemplo, signos de alarma a nivel de ventilación en un paciente politraumatizado; encontrarás las palabras apnea, taquipnea, bradipnea o gasping.
Podrías sacar el acrónimo ATBG, pero no es muy memorizable. Así que puedes tomarte la libertad de añadir alguna letra más y generar una lectura con cierta musicalidad: A-Ta-Bra-Ga.
5. Cuadros comparativos
Los cuadros comparativos son una herramienta potente cuando necesitas analizar y memorizar temas con múltiples variables o factores interrelacionados. Si te enfrentas a temarios densos, con información que parece difícil de desentrañar, esta técnica puede ser tu mejor aliada. Por eso, la usamos en todas las opos que preparamos en Formación Ninja.
Pongamos que estás estudiando para las oposiciones a bombero, donde debes manejar una cantidad importante de datos sobre diferentes tipos de fuegos, gases o materiales. Estos elementos tienen características específicas y formas de actuación diferentes, lo que puede complicar su estudio. Aquí es donde los cuadros comparativos entran en juego.
Con un cuadro comparativo, puedes organizar la información de forma visual y clara. Por ejemplo, en una columna podrías listar los tipos de fuegos (Clase A, B, C, D, K) y en otras columnas añadir las características de cada uno: materiales combustibles, temperaturas de ignición, métodos de extinción, etc. Al ver toda la información organizada de un vistazo, facilitas su memorización y haces que sea más fácil identificar las diferencias y similitudes entre los elementos comparados.
Este enfoque visual te permite asimilar conceptos complejos en poco tiempo. En lugar de perderte en párrafos de texto, puedes ver las relaciones y diferencias de un plumazo.
Para sacarles el máximo partido, te recomendamos que mantengas los cuadros simples y directos, limitando la cantidad de información a lo esencial. Asegúrate de que la estructura del cuadro refleje claramente las relaciones entre los elementos comparados.
Te contamos más en uno de nuestros pódcast, que en esta ocasión hicimos para futuros policías:
6. Técnica de la cadena
La técnica de la cadena es uno de los mejores trucos para estudiar. Sus fundamentos recaen en el principio de memoria visual que todos tenemos innato: puedes memorizar un gran número de palabras relacionándolas con imágenes.
Consiste en relacionar conceptos con imágenes mentales siendo creativo, ya que vas a tener que generar asociaciones mentales.
Para aplicarla, empieza haciéndote una lista de todas las palabras que quieras memorizar y busca una imagen mental para cada una de ellas.
Imagínate que tienes que memorizarte en el mismo orden los siguientes ítems:
Ley sobre construcción
Ley sobre restaurantes
Ley sobre zoos
Para la ley sobre construcción piensa en un edificio, si debes memorizar una ley sobre restaurantes piensa en una cocina, y si es sobre zoos, piensa en una jirafa, por ejemplo.
A partir de ahí, la clave reside en las asociaciones entre imágenes mentales y en que tu sistema lógico enloquezca lo más posible.
Puede sonar muy extraño, pero está comprobado que esta técnica funciona y que es un gran fijador de contenidos.
Una vez identificadas las palabras con imágenes que puedes ver en tu mente, combina las imágenes mentales con una asociación estrambótica como: dentro de un edificio tenemos una cocina donde el chef trabaja con una jirafa.
Como ves, primero haces la asociación de una palabra con una idea y después haces una cadena con estas palabras.
También puedes crear historias, pero que sean lo más rocambolescas y visuales que puedas. A partir de la transformación de palabras a ideas imaginarias, ser creativo y generar un encadenamiento que no tenga ningún sentido lógico será tu gran aliado. Cuanto más ilógica sea la relación mental, mejor.
El proceso creativo generará una retención indirecta de los conceptos que memorizas y conseguirás saber todo lo que querías más rápido de lo que imaginabas.
Aquí te explicamos más:
Y si te mola, el palacio de la memoria, que sería un paso más allá, podría irte incluso mejor:
7. Código fonético
Esta técnica ya es más avanzada, pero nos agradecerás que te hayamos ayudado a descubrirla cuando veas que puedes recordar números larguísimos o pesados de memorizar. Sí, sí, tal cual.
Lo conocemos por el nombre de código fonético o “casillero mental” (es una regla mnemotécnica) y te servirá para memorizar números largos, como por ejemplo el 867352.
La idea es que asocies los números del 0 al 9 con distintas consonantes, para que así puedas formar palabras y memorizar las imágenes que las palabras representan.
Lo de código fonético viene de que su misión es que tu cerebro asocie fonemas a números y, de este modo, piense en palabras que fijen el proceso en tu mente.
Como siempre, debes ser creativo. Aquí lo puedes ver explicado con más detalle:
Entre las opciones que tienes, hay dos tipos de asociaciones bastante populares del código fonético, así que deberás analizar cuál funciona mejor para ti:
Código fonético creativo. Relaciona cada número con una consonante y genera libremente asociaciones mentales. Puedes buscar una asociación personal a una letra. Por ejemplo, si el 3 fue el día de tu nacimiento lo puedes relacionar con la letra “n” o si fue el día de tu boda puedes relacionarlo con “b”. La clave está en generar una asociación personal que sabes que no puedes olvidar.
Código fonético de relación gráfica. En este caso el estudiante sigue una relación gráfica recomendada entre números y letras basada en el parecido que puedan tener gráficamente. Si tienes dudas, existe toda una serie de relaciones establecidas previamente que te dan parte del trabajo hecho. Las relaciones recomendadas son las siguientes:
El número uno tiene una grafía parecida a “t”, ésta es la consonante que le asignemos. También podemos añadir la “d”, por su parecido fonético.
Al número dos le daremos la letra “n”, porque es la única letra que su base se escribe con dos palitos. Si queremos también podemos usar la ñ.
Por el mismo criterio que el número dos, al tres le asignaremos la “m”; tiene tres palitos. La “w” también valdría, por los tres palitos, pero hacia arriba.
Por similitud fonética y por ser su inicial en la mayoría de las lenguas latinas, usaremos la letra “c” para cuatro. También podemos usar “k” y “q”.
Los romanos escribían cinco con V así que usaremos la letra “v”. Y cincuenta lo escribían con una L, así que también podemos asociar la “l”.
Usaremos su letra inicial “s”.
Por parecido geométrico usaremos la “f”, que parece que sea el siete invertido. Algunos autores también recomiendan incluir la “j”.
Debido a su fonético “ch”, asimilamos ocho a la letra “x”. La “g” también la colocan aquí muchísimos opositores, debido a su similitud geométrica con el número.
Podemos utilizar las letras “p” o “b” ya que nos pueden ser similares a un 9 mal escrito; línea y círculo.
Por cierto, el método del código fonético es perfectamente combinable con el de la cadena si acabas transformando los números en varias palabras.
Cómo aprovechar al máximo estas técnicas de estudio para opositar
Ojo, porque no se trata de volverte loco y usarlas todas, sino de entenderlas, ponerlas a prueba y decidirte por aquellas que se adecúen más a tus necesidades.
Existen tantas aplicaciones distintas como personas en el planeta y uno de los grandes beneficios de muchas de las técnicas es su capacidad de adaptación a diferentes contextos y necesidades.
Para ello, debes entender tus puntos fuertes y débiles y ver qué funciona mejor contigo, puesto que la optimización en el estudio debe de nacer de ti y de tu trabajo individual.
Cada técnica puede usarse en una situación diferente, por una tipología de oposiciones diferente y un opositor diferente, adaptarla a tu contexto será clave para el éxito en las pruebas.
Piensa que las técnicas de estudio no son recetas mágicas y para aprobar las oposiciones necesitarás constancia y disciplina.
En Formación Ninja consideramos que conocer y saber usar las técnicas de estudio para opositar es clave. Por esta razón, dentro de nuestra academia tenemos un curso de técnicas de estudio específico para preparar oposiciones según el tipo: bombero, policía, administrativo…
Cómo las técnicas de estudio te ayudan a superar unas oposiciones
Como bien decía el filósofo español José Ortega y Gasset, “la técnica es el esfuerzo para ahorrar esfuerzo”.
Ya sea la tarea más simple de la vida como el gran reto de aprobar oposiciones, cada tarea requiere de un proceso sistematizado que optimice el trabajo realizado.
Nadie nace sabiendo estudiar y aprender a aprender nos es hoy más necesario que nunca. Ser capaz de responder a las preguntas de unas oposiciones no depende de tu capacidad de retención de información, depende también de tu capacidad de análisis y reacción.
Lo que es muy seguro es que la constancia y disciplina serán pilares fundamentales.
La constancia y la disciplina, tus grandes aliadas
Como hemos visto en estas técnicas de estudio para oposiciones, el estudio no solo consiste en la memorización de palabras y relaciones, sino en asimilar y fijar unos contenidos para que puedan ser explicados.
Con el subrayado puedes generar una lectura analítica que fortifique tus conocimientos desde el principio del estudio.
Con los resúmenes podrás sintetizar lo más importante para centrarte en ello, sobre todo si vas mal de tiempo.
Con los mapas mentales estructurarás el temario y aprenderás a explicártelo a ti mismo.
Con los acrónimos memorizarás conceptos difíciles, frases o palabras compuestas en poco tiempo.
Con los cuadros comparativos podrás analizar y entender rápidamente diferentes variables o datos complejos, además de facilitar tu capacidad para memorizarlos.
Con la técnica de la cadena estimularás tu creatividad y la retención de listas de palabras.
Y, finalmente, con el código fonético podrás memorizar números complejos mediante un proceso divertido y muy eficiente.
Antes de terminar el artículo, no te pierdas este vídeo:
Como te explicamos en nuestro curso de técnicas de estudio, al combinar todas estas técnicas de estudio para oposiciones, y aplicándolas bien (ya ves que nosotros te enseñamos cómo) aumentarás las probabilidades de aprobar tus oposiciones. ¡Muchos ánimos en el estudio!
