¿Sabías que hay opositores con nivel de un 7 que sacan un 5 el día del examen?
Y no es porque no se sepan el temario.
Es porque no han preparado la segunda parte.
Porque resulta que aprobar una oposición tiene dos partes completamente diferentes. La primera es la que todo el mundo conoce: hincar los codos, meterte el temario, hacer test, repasar. Eso lo hace el 25% de los opositores más o menos.
Pero hay una segunda parte que casi nadie trabaja.
Una parte que puede hacer que teniendo nivel de un 7 saques un 7, o que tengas nivel de un 7 y saques un 5.
Esta segunda parte es cómo te presentas al examen. Tu protocolo del día del examen.
Y déjame decirte algo: los deportistas de élite que se juegan los Juegos Olímpicos después de 4 años preparándose no dejan NADA al azar ese día. Lo tienen todo clarísimo.
¿Por qué tú, que te juegas 2 o 4 años de tu vida en 3 horas, vas a dejar las cosas al azar?
A lo largo de este artículo te voy a explicar exactamente qué es un protocolo de examen, por qué necesitas uno, y cómo crearlo paso a paso. También te voy a contar mi experiencia personal y los errores que he visto cometer a tropecientos opositores el día de su examen.
Si estás cansado de ponerte nervioso el día del examen y sacar menos nota de la que mereces, quédate hasta el final porque esto puede cambiar completamente tus resultados.
(Este post es una transcripción de un video de youtube, si prefieres un formato más dinámico, te dejo el enlace aquí abajo)
Las dos partes de aprobar una oposición
Vamos a dejarlo claro desde el principio.
Aprobar una oposición tiene dos partes completamente diferentes:
Primera parte: Prepararte bien el temario. Dominar los temas, hacer tests, repasar, usar técnicas de estudio. Esta es la parte que hace más o menos el 25% de los opositores.
Segunda parte: Preparar bien el examen. Controlar tus nervios, tener un protocolo claro, saber exactamente qué vas a hacer cada momento del día del examen. Esta es la parte que hace el 5% de los opositores.
¿Te das cuenta?
Si haces bien la primera parte ya estás en el 25% mejor preparado.
Si además haces bien la segunda parte, estás en el 1%.
Matemáticamente: 25% × 5% = 1,25%. Aproximadamente 1 de cada 100 opositores hace bien estas dos cosas.

El problema de no preparar la segunda parte
Imagínate esto.
Has pasado 2 años preparándote. Dominas el temario. Haces tests y sacas buenas notas.
Llega el día del examen.
Te pones nervioso. No has dormido bien. Has llegado justo de tiempo. Estás en la puerta con 200 personas agobiadas hablando de lo que no se saben. Alguien te dice "buf, este tema no lo controlo nada".
Entras al aula atacado.
Te sientas. Empieza el examen. La primera pregunta te cuesta 3 minutos porque estás nervioso. La segunda otros 2 minutos. Te das cuenta de que llevas 5 minutos y solo has hecho 2 preguntas.
Te agobias más.
Al final del examen te has dejado 10 preguntas sin contestar porque se te ha ido el tiempo.
Has suspendido.
No porque no te supieras el temario. Sino porque no habías preparado el examen.
Qué es un protocolo de examen
Un protocolo de examen es un documento donde tienes apuntado TODO lo que vas a hacer el día del examen.
Y cuando digo todo, es TODO.
Yo tenía mi protocolo en un folio a doble cara. Tenía un protocolo para teóricas, otro para físicas, y otro para la conducción.
Y lo revisaba siempre antes de los exámenes.
Qué incluye un protocolo
Un protocolo incluye:
Cuántas horas vas a dormir los días previos
Qué vas a desayunar el día del examen
Cuánta cafeína vas a tomar y cuándo
Cuánta agua vas a beber
Con cuánta antelación vas a llegar al centro de examen
Qué música vas a escuchar mientras esperas
Dónde te vas a colocar mientras hacen el llamamiento
Cuándo vas a ir al baño (y qué te vas a llevar)
Cómo vas a gestionar el tiempo durante el examen
Cómo vas a pasar las preguntas a la plantilla de respuestas
Cuántas vueltas vas a dar al examen
Todo.
TODO.
No improvisas NADA el día del examen.
Por qué necesitas un protocolo
Déjame contarte algo que me dijo una persona que ya era bombero hace tiempo: "Tú eras feliz antes de opositar".
Esa frase me ayudó mucho en momentos duros.
Porque aunque ahora pienses que estás en una cárcel y que esto es un asco, hay dos cosas importantes:
Primero, todos estamos aquí por voluntad propia. Opciones hay miles, pero decidimos esta.
Segundo, si esto no sale, la vida seguirá. Serás feliz en otros sitios.
El equilibrio mental cuando oposi tas está en levantarte a las 6:30 de la mañana y decir "quiero esto, por eso me levanto". Y cuando estés cansado decir "vale, tranquilo, tu vida no depende de esto".
Ese equilibrio es jodido.
A veces necesitas la garra para levantarte por las mañanas. Y a veces necesitas soltar y estar tranquilo.
El protocolo te ayuda con eso.
Porque cuando tienes todo controlado, todo apuntado, todo probado, llegas al examen más tranquilo.
No estás improvisando. No estás dejando cosas al azar.
Estás ejecutando un plan que ya has probado 6 o 7 veces antes.
Las tres partes de un protocolo
Un protocolo tiene básicamente tres partes:
Semana previa al examen
Día previo al examen
Día del examen
Vamos a ver cada una en detalle.
1. Semana previa al examen
La semana previa es clave.
Imagínate que el examen es el sábado. Del lunes (o domingo) al jueves tienes que decidir qué vas a hacer con el temario.
¿Cuántas vueltas vas a dar?
Yo en mi caso daba una vuelta completa a todo el temario en 4 o 5 días.
Obviamente no llegaba a todo con profundidad. Pero veía todo el temario al menos una vez.
Algunos temas más por aquí, otros más por allá. Pero todo lo había visto en la última semana.
Hay gente que coge los temas que mejor se sabe y se los pone al principio de la semana, y los que peor se sabe al final.
Cada uno tiene que encontrar su sistema.
No estudies demasiadas horas
Esto es IMPORTANTE.
Lo que no hayas ganado en 2 años no lo vas a ganar en la última semana.
Yo estudiaba 4 o 5 horas al día en la última semana. No más.
¿Por qué?
Porque ya sabía que no iba a ganar nada más. Podía perderlo todo si me agobiaba, pero no iba a ganar nada.
He visto gente que se carga todo en la última semana por hacer cosas raras y ponerse con ansiedad.
Cuidado con eso.
Adapta tu horario al del examen
Si tu examen es a las 10 de la mañana, a las 10 de la mañana tiene que ser tu pico de rendimiento.
Si normalmente estudias por la tarde o por la noche, tienes que empezar a cambiar tu horario mínimo una o dos semanas antes.
Esto es clave.
No puedes pretender rendir al 100% a las 10 de la mañana si normalmente te levantas a las 11.
2. Día previo al examen
El día previo es importantísimo.
Tienes que descansar bien.
Mi truco para dormir bien
Esto no es para todo el mundo. Pruébalo en protocolos antes de hacerlo en tu examen oficial.
Pero yo hacía esto: dos noches antes del examen dormía 4 horas.
Sí, solo 4 horas.
¿Por qué?
Porque así llegaba reventado al día previo. Estaba cansado, pero como sabía que el examen era al día siguiente, estaba suficientemente activo y con nervios.
Y esa noche dormía 9 horas perfectamente.
Porque estaba tan cansado que me dormía rápido y profundo.
Si intentaba dormir bien dos noches seguidas, la noche previa al examen me costaba dormir. Me despertaba, miraba el reloj, me agobiaba pensando "a ver si se me pasa la alarma"...
Con mi sistema dormía de lujo la noche antes del examen.
Pero repito: pruébalo antes en simulacros. No lo improvises.
La vuelta de reconocimiento
El día previo yo estudiaba 2 horas.
Pero no estudiaba de verdad.
Hacía lo que yo llamaba la vuelta de reconocimiento o la vuelta de confianza.
Cogía todo el temario y lo ponía delante. Todo.
Y en esas 2 horas pasaba por TODO el temario diciendo: "me lo sé, me lo sé, me lo sé".
No memorizaba nada. No estudiaba nada.
Simplemente mis ojos pasaban por todas las páginas del temario en las últimas 24 horas antes del examen.
Y me decía a mí mismo 100 veces: "me lo sé".
Porque es verdad. Si llevas 2 años con ese temario, te lo sabes.
Cuando había algo que no me sabía bien, me decía: "me lo sé, o no me lo van a preguntar".
Es un juego mental.
No vas a ganar nada que no hayas ganado ya. Lo que tienes que conseguir es que si tienes nivel de un 7, saques un 7. No un 5.
3. Día del examen
Aquí empieza lo bueno.
El día del examen tienes que tener controlado TODO.
Qué desayunas
Desayuna lo de siempre.
No pruebes nada nuevo el día del examen.
Tu café, tu tostada, lo que sea que desayunes normalmente.
No vayas a la cafetería del centro de exámenes a probar el café de allí. No sabes cómo te va a sentar.
A lo mejor es muy fuerte. A lo mejor te da cagalera. A lo mejor hay cola y tardas una hora.
Tu café, tu comida, tu bebida. Eso es lo que llevas.
Con cuánta antelación llegas
Yo llegaba 2 horas antes siempre.
Siempre.
Y tenía a tres personas pendientes de mí por si algo pasaba.
Mi coche, el coche de Raquel, el de mis padres. Si se me pinchaba una rueda, llamaba y alguien me recogía.
Tenía tres vías para llegar al examen.
Porque no iba a ser la primera persona que la caga en el trayecto.
He visto opositores corriendo por la autopista para llegar a tiempo a Administrativos del Estado.
Tú te juegas 2 años. No vas a llegar justo.
Con quién vas al examen
Si vas con alguien, háblalo antes.
Dile exactamente qué necesitas.
"No quiero que me hables en el trayecto. Llévame y ya está."
O: "Quiero que me transmitas tranquilidad. Que me digas que lo voy a reventar."
Pero háblalo.
No dejes que un colega te lleve y se ponga a decir: "buf, a ver si este año hacen bien el examen porque el año pasado fue un desastre. Encima tardaron un montón en corregir. A ver si la nota de corte no sube mucho..."
Eso te va a joder.
Yo iba solo a mis exámenes.
Tenía un montón de colegas opositando, pero yo iba solo.
El día del examen no me juntaba con nadie.
Qué haces mientras esperas
Normalmente en las convocatorias hay una puerta por donde va a salir el tribunal. Y 200 personas ahí apelotonadas con los apuntes en la mano dándole al último repaso.
"Buf, este tema no lo controlo. Tú lo controlas. Sí sí, lo controlo."
Yo me alejaba de ahí.
Estaba lejísimos. Dando vueltas por ahí con mi música.
Esto Lucas Perelló, un bombero de Mallorca, lo llamaba la estrategia Assassin's Creed. Porque íbamos con capuchas y no nos enterábamos de nada.
Es que es muy fácil identificar esto cuando vas a una convocatoria de acompañante:
La media de opositores están todos apelotonados en la puerta nerviosos.
Los buenos están por ahí dando vueltas, tranquilos, con su música, en su burbuja.
Qué música escuchas
Cada uno tiene que encontrar la suya.
La mía era Coldplay.
Me ponía esa canción 15 veces antes del examen porque me generaba una sensación de seguridad absoluta.
Probé diferentes canciones en protocolos hasta que encontré esa.
Para algunos será techno, para otros flamenco, para otros lo que sea.
Pero busca tu canción. La que te ponga en un estado de ánimo alto, seguro, confiado, motivado.
La que haga que digas: "que salga ya el tribunal, que voy a entrar y lo voy a reventar".
Qué te llevas
Llevas tu café, tu agua, tu comida.
Y llevas papel higiénico.
Sí, papel higiénico.
Los baños en las convocatorias están atestados de gente. Y a veces no hay papel.
Yo he llegado a una convocatoria y no había papel higiénico. Se había agotado.
No seas la primera persona a la que le pasa eso.
Llevas papel higiénico. O toallitas. O lo que sea.
Y vas al baño antes del examen. Siempre.
Cronómetro SIEMPRE
Esto es FUNDAMENTAL.
Llevas un cronómetro o un reloj delante. Siempre.
Si te obligan a quitártelo, lo pones en el suelo al lado del pie mirando hacia arriba.
Tienes que controlar el tiempo.
Conozco tropecientas personas que se les ha ido el examen porque no controlaban el reloj.
Se han tirado 3 minutos en una pregunta, se han agobiado, y han perdido el control del examen.
Cronómetro. Siempre. Por favor.
Cómo funciona el día del examen
Vale, ya has llegado al centro de exámenes. Has ido al baño. Estás con tu música dando vueltas.
Sale el tribunal.
Escucha al tribunal
Te quitas los cascos y te acercas. Pero por fuera, no te metas en la marabunta.
Escucha lo que dice el tribunal.
Van a dar indicaciones importantes.
A veces dicen: "vamos a tardar una hora y media en empezar el examen porque hay mucha gente".
Si te acabas de enterar de eso, perfecto. Te relajas. Sabes que tienes hora y media por delante.
Si no lo has escuchado y ya estás activándote mentalmente, te estás quemando.
En Policía Municipal de Madrid tardamos 2 horas y pico desde el llamamiento hasta empezar el examen.
Atentos al tribunal.
Dónde te sientas y qué haces
Entras al aula. Te sientas.
Cronómetro delante.
El tribunal reparte los exámenes. Todavía no se pueden abrir.
Yo siempre era el último en abrir el examen.
No te lo recomiendo necesariamente. Pero a mí me ayudaba. Me daba confianza.
Era algo emocional. "Os doy ventaja a todos. Voy a empezar el último y os voy a superar."
Nadie se enteraba salvo yo. No era soberbia. Era algo que hacía para mí.
Pruébalo en protocolos y mira si te ayuda.
Las cuatro vueltas al examen
Cuando empieza el examen yo daba cuatro vueltas:
Primera vuelta (1 minuto): Ver que esté todo bien impreso. Que todas las hojas estén. Ver si las preguntas son largas o cortas. Ver si van lineales por temas o van saltando.
Esto te ayuda a hacerte una composición del examen.
Segunda vuelta: Respondo las preguntas fáciles.
Tercera vuelta: Respondo las preguntas medias.
Cuarta vuelta: Respondo las preguntas difíciles.
De esta forma no pierdes tiempo agobiándote con una pregunta difícil al principio.
Cómo pasas las respuestas
Esto es CRÍTICO.
Pasa las respuestas a la plantilla según las vas respondiendo.
NO las acumules para pasarlas al final.
He conocido a dos personas EN UN SOLO DÍA que me han dicho que se equivocaron al pasar las preguntas al final.
Que respondieron la 1-B y pusieron la 1-C en la plantilla.
Imagínate que pasa algo inesperado. Alguien vomita. Hay un problema. El tribunal dice "se acabó el tiempo".
Si tienes 85 preguntas por pasar, estás jodido.
Si las vas pasando sobre la marcha, solo te quedan 10 por pasar.
1-B, 1-B, 1-B, siguiente. 2-C, 2-C, 2-C, siguiente.
Siempre.
Pregunta respondida, pregunta que no cambio
Otra cosa importante.
Cuando respondes una pregunta en el minuto 27 del examen, estás fresco. Estás concentrado.
Has estimado que la pregunta 32 es la C.
Vale, 32-C.
Sigues haciendo el examen. Llevas 3 horas. Estás reventado. Queda un minuto.
"A ver, voy a revisar la 32 otra vez."
Ya no estás como antes. Estás fatigado. Estás nervioso.
"Uy, no, creo que es la B." Y la cambias.
Y estaba bien la C.
Eso ha pasado MIL veces.
Yo probé esto en un simulacro. Cambié tres preguntas. Las tres estaban bien antes y las puse mal.
Desde ese día: pregunta respondida, pregunta que no cambio.
Nunca más.
Cómo crear tu protocolo paso a paso
Vale, después de todo esto ya sabes qué es un protocolo.
Ahora viene la parte importante: cómo creas el tuyo.
1. Escríbelo en un folio
Coge un folio y escribe TODO lo que vas a hacer.
Semana previa, día previo, día del examen.
Todo lo que hemos hablado.
2. Pruébalo en simulacros
Esto es CLAVE.
No puedes improvisar el protocolo el día del examen.
Tienes que probarlo 6 o 7 veces antes en simulacros o en convocatorias a las que no te juegas nada.
¿Que sale una convocatoria en Ávila que no te juegas? Perfecto. Te presentas y pruebas el protocolo.
Miras qué sensaciones tienes. Qué funciona y qué no.
Yo probé lo de la cafeína varias veces.
Probé con 200 mg y me atacaba. Probé con 100 mg + 100 mg más tarde y me funcionó de lujo.
No lo puedes saber si no lo pruebas.
3. Anota qué quieres probar en cada simulacro
Cuando vayas a un simulacro o examen de prueba, lleva apuntado en un folio:
"Hoy quiero probar esto, esto y esto."
Y después del examen anotas cómo te ha ido.
Qué ha funcionado, qué no, qué cambiarías.
Así vas mejorando el protocolo poco a poco.
4. Visita el centro de exámenes antes
Una semana antes del examen, visita el sitio donde te vas a examinar.
Mira dónde puedes aparcar. Dónde está la entrada. Cómo son los baños. Cuántos hay.
Mira las aulas si puedes.
Conozco a alguien que se coló un sábado en el colegio donde se iba a examinar y sacó fotos del aula.
No te digo que hagas eso. Pero visita el sitio.
Te ayuda estar tranquilo. Saber a qué te vas a encontrar.
5. No dejes nada al azar
En serio.
TODO tiene que estar en tu protocolo.
Desde las horas que duermes hasta el chocolate que te llevas para comer durante el examen.
Todo.
Los deportistas de élite que se juegan los Juegos Olímpicos después de 4 años preparándose no dejan nada al azar.
Tú tampoco.
Los errores más comunes el día del examen
Déjame contarte los errores que veo cometer una y otra vez:
Error 1: No llevar cronómetro
Ya lo he dicho mil veces pero lo repito.
Cronómetro. Siempre.
No controlar el tiempo es la manera más fácil de cagarte el examen.
Error 2: Juntarse con la marabunta en la puerta
Esos 200 opositores nerviosos hablando de lo que no se saben.
Aléjate de ahí.
En serio.
Busca tu sitio, tu música, tu burbuja.
Error 3: Probar cosas nuevas el día del examen
No pruebes un café nuevo. No desayunes algo diferente. No cambies tu rutina.
Haz lo de siempre.
Lo nuevo se prueba en protocolos. No el día que te juegas 2 años.
Error 4: Pasar las preguntas al final
Ya lo he dicho pero lo repito.
Pasa las preguntas según las vas respondiendo.
NO las acumules.
Conozco a tropecientas personas que se han equivocado porque han pasado todo al final con prisas.
Error 5: No presentarse a convocatorias para practicar
Si no te has presentado nunca a nada, estás en desventaja.
Yo me presenté a Conductor de la Basura de Fuenlabrada.
¿Sabes qué aprendí?
Que no puedes entrar a un examen con las manos frías.
Hacía un frío que te cagas. Hicieron el llamamiento fuera. Cuando entré tenía la mano congelada y no podía escribir bien.
Esas cosas las aprendes presentándote.
Y cuesta 20 pavos.
¿De verdad no vas a invertir 20 pavos en aprender todo esto?
Por qué funcionan los protocolos
Los protocolos funcionan por una razón muy simple:
Reducen la incertidumbre.
Cuando tienes todo controlado, todo apuntado, todo probado, llegas al examen más tranquilo.
No estás preguntándote "¿y si me pongo nervioso?", "¿y si no duermo bien?", "¿y si me bloqueo?".
Ya sabes exactamente qué vas a hacer en cada momento.
Has probado tu sistema 6 o 7 veces. Sabes que funciona.
Y esa tranquilidad se nota en el examen.
Mi experiencia personal
Yo tenía mi protocolo perfectamente diseñado.
Lo había probado en Ávila, en convocatorias que no me jugaba nada, en simulacros.
El día de mi examen oficial ejecuté el protocolo tal cual.
Y funcionó.
No me puse nervioso. No me bloqueé. No perdí el control del tiempo.
Saqué la nota que merecía por mi nivel de preparación.
Ni más ni menos.
Y eso es exactamente lo que tiene que conseguir un buen protocolo.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
¿Cuánto tiempo antes del examen tengo que empezar a trabajar mi protocolo?
Depende de cuándo tengas el examen.
Si lo tienes dentro de dos años, puedes ir pensando en ello pero no es urgente.
Si lo tienes dentro de un año o año y medio, ya tienes que empezar a preocuparte.
Si lo tienes dentro de seis meses o menos, es prioritario.
Necesitas tiempo para probarlo en simulacros y convocatorias de práctica.
¿Tengo que seguir exactamente los consejos que has dado?
NO.
Lo que te he contado es mi protocolo. Lo que a mí me funcionó.
Tu protocolo tiene que ser tuyo. Personalizado para ti.
Hay gente que necesita dormir mucho el día antes. Hay gente que necesita estar acompañada. Hay gente que prefiere llegar con menos antelación.
Cada uno es diferente.
Lo importante es que encuentres lo que funciona PARA TI probándolo en simulacros.
¿Qué hago si me pongo nervioso el día del examen a pesar de tener un protocolo?
Los nervios son normales.
No se trata de eliminarlos completamente. Se trata de controlarlos.
Si tienes un protocolo bien trabajado, los nervios están controlados. No te van a desbordar.
Un poco de nervios incluso es bueno. Te mantiene activado.
¿Vale la pena presentarse a convocatorias solo para practicar el protocolo?
SÍ. Mil veces sí.
Por 20 pavos aprendes un montón:
Cómo son los nervios de verdad
Cómo funciona el llamamiento
Cuánta gente se presenta realmente
Cómo es el ambiente en la sala
Qué errores cometes tú cuando estás nervioso
Todo eso vale ORO.
¿Qué hago si en mi protocolo algo no funciona bien?
Lo cambias para el siguiente simulacro.
Por eso tienes que probarlo varias veces.
Yo probé lo de la cafeína de mil formas hasta encontrar la dosis perfecta para mí.
Probé canciones diferentes. Probé horarios diferentes.
El protocolo se va refinando con cada prueba.
¿Realmente marca tanta diferencia tener un protocolo?
Sí.
He visto a opositores con nivel de un 8 sacar un 6 porque no prepararon el examen.
Y he visto a opositores con nivel de un 7 sacar un 7 porque tenían todo controlado.
La diferencia está ahí.
Tú elige.
¿Quieres conseguir tu plaza?
Mira, esto que te acabo de contar lo domina uno de cada 100 opositores.
La mayoría se centra solo en la primera parte. En meterse el temario.
Y luego el día del examen la cagan.
No porque no se lo sepan. Sino porque no han preparado el examen.
En Formación Ninja te enseñamos las dos partes.
No solo te damos el temario y las técnicas de estudio para memorizarlo rápido.
También te enseñamos cómo preparar el día del examen. Cómo crear tu protocolo. Cómo gestionar los nervios. Cómo presentarte a convocatorias de práctica.
Te damos las herramientas para estar en ese 1% que hace bien las dos cosas.
Cada año cientos de nuestros alumnos aprueban su oposición.
¿Quieres que te ayudemos con la tuya?
Contáctanos por WhatsApp si no tienes claro cómo preparar tu protocolo y quieres que te echemos una mano.
¡Y a por esa plaza!





