Cuando te pones a prepararte un examen tipo test es normal que te surjan las dudas. Hay muchas opciones para escoger en cada pregunta, y a todos nos surgen inseguridades, sobre todo cuando salen preguntas del tipo “a y b son correctas” o “ninguna de las anteriores”, que van directas a la yugular. 

Para aprobar tienes que prepararte bien, ¡y hoy te lo vamos a contar TODO para que REVIENTES ese examen!

Cómo estudiar un examen tipo testComo ya sabrás, la forma de evaluar conocimientos con los exámenes tipo test es diferente a la de las preguntas de desarrollo, y eso también implica un cambio en el enfoque al estudiar. 

Cuando tienes que estudiar para presentarte a un examen tipo test, debes hacerlo teniendo en cuenta que el método para dar las respuestas se basa más en el reconocimiento de información que en la evocación o también conocido como el hecho de recordar sin ninguna pista y desarrollar.

Por eso mismo, aunque no tienes que empollarte grandes cantidades de información, sí que es esencial que aprendas y entiendas la relación entre conceptos. A menudo te será de gran utilidad saberte de memoria algunos datos clave, que te lleven a una respuesta correcta, como puede ser el caso de los conceptos o los números concretos.


Para casos en los que tienes que saberte muchos datos de este tipo y tienes poco tiempo disponible, te puede ser muy útil nuestro artículo sobre cómo memorizar rápido, aunque descubrirás muchos más métodos que te serán útiles.tips y consejos para tipo test

Las 7 claves para aprobar un examen tipo test

A la hora de verte cara a cara con tu archienemigo de los últimos días, es esencial que no pierdas de vista las mejores prácticas para enfrentar un reto como este:

1. Hacer simulacros de examen

Cuando creas que ya dominas el temario, te recomendamos que hagas un simulacro de examen. Cuando se trata de exámenes importantes, es habitual que existan plantillas ya existentes del mismo de años anteriores por internet (algo muy frecuente en las opos).

Haz el examen como si fuera real, con tiempo límite, plantilla de respuestas, lápiz y goma de borrar. Tómatelo como un examen de verdad. Todo esto te ayudará a saber cómo lo llevas realmente y qué te puede quedar por aprender (si es que el temario no ha cambiado de un año para otro, claro). Piensa que así también estarás más preparado y mentalizado para el momento de la verdad.

2. Lee con atención

Hay muchos suspensos que no deberían ser así, que han sido causados por la impaciencia, el estrés y las prisas al hacer el examen. Cambia el chip: Que ahora el mundo se PARE, ahora llega TU momento, el de demostrar de qué estás hecho y nadie ni nada tiene derecho a hacer que falles una pregunta por falta de comprensión.

No tengas prisa, lee con atención las instrucciones e identifica ante qué modelo de examen y qué tipo de preguntas te enfrentas. Asegúrate de entenderlo todo bien antes de marcar cada casilla. Una doble negación mal leída podría hacerte perder algún punto.

3. Haz una pre-lectura

Vayamos un poco más allá de la lectura atenta y asegúrate de leerte todo el examen entero antes de empezar. Hacerlo, calmará tu ansiedad, ya que te hará tener una visión mucho más global del examen.

Sin darte cuenta, este contexto te permitirá pensar mejor en las respuestas, ya que pueden preguntarte por conceptos similares en diferentes preguntas, que te ayudarán a reconocer mejor la respuesta correcta.

También es una buena ocasión para identificar o marcar aquellas preguntas que te sabes seguro y si quieres también aquellas en las que hay dos respuestas entre las que estás dudando.

Por supuesto, no todas las preguntas estarán clarísimas desde un principio, o puede que ni siquiera tengas claro ninguna de las 4 respuestas, en ese caso podrías catalogar la pregunta como difícil.

4. Empieza por las más fáciles

Una vez tengas detectadas las preguntas que sabes SEGURO, márcalas con ganas. En poco rato, ya habrás resuelto muchas preguntas del examen (ojalá que sean la mayoría), y sin darte cuenta ya habrás ganado la primera ronda contra tu contrincante: el temido suspenso.

5. Sigue con las preguntas dudosas

Para seguir optimizando tu uso del tiempo, después de terminar con las preguntas fáciles asegúrate de asaltar las preguntas en las que tenías algunas dudas. 

Si después de leerlas por segunda vez sigues sin tener clara la respuesta, puedes dejarla en blanco de momento y etiquetarla como una pregunta difícil, pero la cuestión es que te pares un momento en volver a pensar en ellas.

6. Acaba por todo lo alto

Cuando ya tienes todas las preguntas fáciles y de nivel normal, toca enfrentarse a las difíciles. Ahora que ya te has sacado las más fáciles tienes asegurada, como mínimo, parte de la nota. Puedes invertir el tiempo que haga falta en resolverlas.

Si sientes que te estás atascando, no te agobies. Siempre puedes hacer como en dice siempre David: Para, respira, tómate un tiempo y continúa. También puedes dejarla de momento en el tintero, seguro que más tarde se te ocurre algo… siempre habrá tiempo para dejarla.

7. Repasa y haz números

Mientras estás acabando con las respuestas difíciles, es probable que en algún momento empieces a sentir que ya no puedes avanzar más. En ese momento, sobre todo si tienes dudas, puede ser útil hacer un pequeño repaso por las preguntas que ya has respondido. 

Podrías detectar algún fallo o conseguir alguna idea de lo ya respondido, aunque sí que es cierto que en un examen tipo test deberías fiarte de tu primer instinto, y evitar cambiarlas mucho. 

Y piensa también en tu puntuación, que es a lo que has venido. Dependiendo de cuánto descuenten los errores, te puede convenir o no seguir respondiendo preguntas. 

Si ves que ya tienes asegurada la nota que querías y el riesgo supera a las ganancias, considera dejar ahí tu examen, sobre todo si lo único que te quedan son preguntas difíciles que podrías fallar (aunque, si no descuentan, tendrás que responderlas).

¿Aún no sabes si tienes bien estudiado el temario? No pasa nada, te damos algunas ideas aquí debajo.

Errores típicos al preparar un examen tipo test

Cualquier estudiante, sobre todo los más novatos, cometen varios errores al prepararse su examen tipo test.

Aprenderte de memoria palabra por palabra

Como ya hemos sobrevolado al principio, empollarte un tocho no te va a servir de nada cuando te saquen de contexto y te planteen varias respuestas alternativas sobre un mismo concepto, siendo solo una la respuesta correcta (normalmente). Al sacarte de tu discurso interior, lo que ocurre es que solo sabes encadenar conceptos, pero sin poder asociarlos mutuamente. 

De ahí se puede concluir que empollar no sirve de nada ante un examen tipo test. Más bien, lo que tendrías que hacer es interiorizar todo lo posible, ya uses o no técnicas de memorización, para poder manipular esos datos y así poder descartar fácilmente las preguntas incorrectas.

Rallarte y abandonar

A todos nos ha pasado como mínimo una vez que, por lo que sea, has dejado tu estudio para los últimos días, y has ido postergando y postergando… hasta encontrarte con que solo te quedan 2 o 3 horas para estudiar. 

Hay quien tiraría la toalla ante tal situación, pero si aprendes a gestionar la ansiedad ante un examen te darás cuenta de que SIEMPRE vale la pena estudiar, aunque solo sea una parte. No solo te sentirás mejor contigo mismo, sino que también aumentarás tus probabilidades (por pequeñas que parezcan, no lo son) de aprobar.

No practicar suficiente

Como ya hemos dicho, para estudiar correctamente ante un examen de este tipo tienes que tener una mentalidad concreta, y para ello puede ayudarte mucho practicar. 

Prueba a hacer uno o dos exámenes antiguos (o, si tienes la oportunidad, simulacros) para hacerte a una idea del nivel que se requerirá y la clase de preguntas que saldrán. De esta manera, podrás prepararte mucho mejor el temario y optimizarás más tu tiempo.

No informarte sobre cómo será el examen

Cada profesor y asignatura es un mundo, y tal y como verás ahora, no es lo mismo un examen con preguntas incorrectas que penalizan que otro en las que todo suma.

Técnicas de estudio para exámenes tipo test

A la hora de prepararte un examen tipo test es muy importante que sepas aplicar las técnicas de estudio adecuadas, como las que explicamos en profundidad en nuestro curso de Memoria Ninja, y que aplican nuestros alumnos de Bombero Ninja:

• Mapas mentales: Son visuales y muy útiles para mejorar enormemente las asociaciones mentales de tu temario.

• Subrayado: Debes aprender a identificar cuáles son las ideas clave de un texto, las más importantes de memorizar, y ahí está la importancia de subrayar bien.

• Acrónimos: Los acrónimos son una forma excelente de acortar grandes cantidades de información en una o varias palabras.

• Técnica de la cadena: Usa todo el poder de tu memoria visual, y te permite relacionar palabras con imágenes.

• Código fonético: Ganarás una facilidad increíble para recordar series de datos difíciles de memorizar, usando tu creatividad.

Antes de aplicar todo esto, te recomendamos ver este video donde David Fuentes en el que habla de las tres etapas en la vida de un opositor. Y explica qué atención debemos prestarle en cada una de estas etapas a los tests, ya sea con simulacros o con ejercicios.

Si quieres darle CAÑA a tu examen con las mejores técnicas de estudio y memorización, no deberías perderte la masterclass que David hace en Memoria Ninja sobre este tema.

Modelos de examen tipo test

Hay diferentes modalidades o modelos de examen tipo test que puedes esperarte encontrar. Normalmente ya sabrás de antemano cuál será, y esto te permitirá prepararte mejor.

Si los definimos por su dificultad implícita al sistema de puntuación, normalmente hay 3 modelos de examen tipo test, definidos por cómo se penalizan las preguntas respondidas de forma incorrecta (restando, o no, una fracción de los puntos que aportan las respuestas correctas):

• Penalizan solo las respuestas incorrectas: Exámenes en los que debes ser conservador con tus respuestas, y responder siempre que estés seguro.

• No penalizan: Exámenes normalmente más difíciles que el resto, por contener a menudo más preguntas trampa, en los que hay que responder a todas las preguntas sí o sí. De alguna manera, no responder a todo sería una penalización, ya que no hay riesgo de perder puntos por hacerlo.

• Penalizan tanto preguntas incorrectas como no respondidas: Exámenes en los que deberías buscar el equilibrio, respondiendo preguntas en las que tengas cierta seguridad.

Preguntas tipo test que puedes encontrarte

Aunque generalmente siempre serán preguntas con 3-5 respuestas posibles, debes tener en cuenta que en cualquier examen tipo test se te pueden hacer preguntas de varios tipos, y es importante que las conozcas para que no te pillen por sorpresa:

Afirmaciones

Son las preguntas más comunes y sencillas, en las que se hace dos partes de una misma afirmación o definición, que se completa entre la pregunta y la respuesta, a veces combinándolo con alguna negación. Tú tienes que escoger la correcta, como es obvio. Mucho ojo con las respuestas que empiezan nunca o siempre, que pueden confundirte.

Por ejemplo:

Una operación es…

a) un cálculo matemático para obtener un resultado

b) el resultado de una función matemática

c) una aplicación entre dos o más conjuntos

d) un símbolo para representar una acción

Negaciones y dobles negaciones

Una de las preguntas que más suelen confundir a cualquier estudiante, en la que se incluyen una o varias negaciones en el enunciado o la respuesta con la posible confusión. Si hace falta, marca o subraya las negaciones para tenerlas más en cuenta.

Por ejemplo:

El usufructo no se extingue:

a) Por pérdida parcial de la cosa usufructuada

b) Por renuncia del usufructuario

c) Por la ausencia de reunión del usufructo y la propiedad de la misma persona

d) Por la muerte del usufructuario

Interrogación

Otra clase de pregunta bastante confusa, que puede contener o no negaciones. Hay que leerlas con mucha atención, ya que pueden dar lugar a confusiones.

Por ejemplo:

¿Cuándo se le atribuye la cosa mueble encontrada que no sea tesoro al que efectúo el hallazgo, según el artículo 615 del Código Civil?

a) No se le atribuye en ningún caso, si no se presenta el dueño se procederá a su venta en subasta pública.

b) Pasado 1 año, a contar desde el día del hallazgo.

c) Pasados 2 años, a contar desde el día de la segunda publicación del hallazgo efectuada por el alcalde, sin haberse presentado el dueño.

d) Pasados 3 años, a contar desde el día del hallazgo, sin haberse presentado del dueño.

Respuestas que engloban a otras

Otra de las preguntas más difíciles de resolver a menudo son las que hacen referencia a otras respuestas de la misma pregunta.

Por ejemplo:

En pacientes que tienen demencia avanzada, tipo Alzheimer, el defecto de memoria…

a) Puede ser tratado correctamente con fosfatidilcolina (lecitina).

b) Puede ser grave

c) Todas las anteriores

d) Ninguna de las anteriores

Por supuesto, hay muchos más tipos de preguntas, que dependerán de la disciplina para la que te estés examinando. No son iguales las preguntas en un examen de física que en uno de derecho.

Sea como sea, ante cualquier modelo de examen o tipo de pregunta, te serán útiles los consejos que te daremos a continuación:

Trucos para resolver tests psicotécnicos

Otro tipo de tests que también suelen dar muchos dolores de cabeza y para los que cuesta prepararse durante unas oposiciones son los tests psicotécnicos. Por eso mismo hemos preparado para ti un artículo con todos los trucos para resolver tests psicotécnicos.

Ahora ya tienes toda la información que necesitas para aprobar cualquier examen tipo test. Métele ganas a tu opo aplicando técnicas de estudio y REVENTARÁS tu examen. Nosotros te contamos cómo aprobar tu oposición. ¡Vamos a por tu APTO!