Cómo memorizar rápido y optimizar tu tiempo de estudio

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Si estás pensando en aprovechar al máximo tus sesiones de estudio, necesitas saber cómo memorizar más rápido. Para conseguirlo, primero debes entender cómo funciona la memoria, qué tipos de memorización hay y todos los trucos que pueden funcionarte, basado en los últimos avances científicos.

Cómo funciona nuestra memoria

La memoria es un proceso de alta complejidad mediante el cual guardamos y recordamos todo tipo de información en nuestra cabeza.No hay un apartado exclusivo de memoria en el cerebro, sino que esta ve repartidas sus funciones por varias zonas (no solo en el hipocampo, como creen algunos). Con cada nuevo recuerdo se forman nuevos circuitos neuronales, que pueden estar en distintas partes del cerebro. En realidad, la memoria estaría repartida por todo tu cerebro.

En la memoria hay toda una serie de procedimientos o pasos, que tienen relación con cómo digerimos o codificamos, almacenamos y recuperamos la información. Sin alguno de estos tres componentes, que según la evidencia científica actual podrían funcionar por separado (Roy et al., 2017), la memoria no sería funcional.como memorizar más rápido

Cabe aclarar que la memoria es algo que aún se está estudiando y aún aprendemos cosas nuevas de ella cada día, por lo que todo lo que te explicaremos aquí se basa en la información actual y consolidada, pero hay que tener en cuenta que aún nos falta mucho por descubrir. Con lo que te vamos a explicar, vas a entender por qué tantos psicólogos dicen que la mente es la máquina más compleja del universo.

Codificando

El primer filtro que tenemos antes de empezar a memorizar es nuestra capacidad de atención.

Sin atención, el cuerpo no sabe hacia dónde dirigir sus sentidos ni con qué información debe quedarse, por lo que por eso mismo a la hora de estudiar la atención es muy importante. Dado que no podemos percibirlo todo, donde pongamos nuestra atención es donde nuestros sentidos dejarán entrar la información y la procesarán. 

Una vez han pasado este primer filtro, también deberás decidir si esta información es importante para ti. No deberías recordar nada que no sea relevante para ti, de lo contrario tendrías la cabeza llena de datos inútiles, y nosotros, para sobrevivir como especie, hemos tenido que vivir sabiendo solo lo que consideramos como importante. 

Lo que harás será seleccionar entre toda la información que ha entrado por tus sentidos e ignorarás los datos que no te sean relevantes. Este sería el segundo filtro, y es a partir de aquí cuando la información empezará a almacenarse.  

Almacenando

Una vez tenemos la mejor información seleccionada y filtrada, la pasaremos por los procesos de almacenamiento. 

Para almacenar la nueva información, lo que haremos será procesarla temporalmente, intentando combinarla con conocimientos ya existentes. Haremos relaciones conscientes e inconscientes entre todo lo que sabemos, y eso afianzará, poco a poco, que pasemos a recordar siempre esta información. 

En la siguiente sección trataremos sobre los tipos de memoria, pero es importante que sepas que, para recordar esta información durante mucho tiempo, la nueva información va a estar en lo que se puede llamar memoria de trabajo

Cuanto más tiempo esté ahí, cosa que se consigue repasando y usando esa información, más cantidad de datos va a poder pasar a la zona de memoria de largo plazo, ya que este es un proceso lento. 

Esto tiene lógica, y es que si el cerebro entiende que necesitas recordar una información concreta, mediante la exposición repetida a la misma, hará todo su esfuerzo porque no la olvides y mejorar así tu supervivencia. En el caso de que no la vuelvas a ver, te la hará olvidar del todo, optimizando recursos en el proceso. 

Al pasar esta información al área de memoria a largo plazo, esta se podrá organizar mediante:

  • Imágenes: La forma en cómo suelen recordar los animales, haciendo una fotografía mental del momento que quieren recordar. Esto implica conocimiento sobre peligros, emociones y otras asociaciones.

  • Redes semánticas: Relaciones racionales entre conceptos, normalmente organizado de forma jerárquica.

  • Esquemas: Mapas mentales con conceptos relacionados entre sí mediante temáticas o modelos.

Recuperando

La recuperación es el objetivo final de la memorización, y para ello hemos estado almacenando y trabajando en la información que escogemos. Sin ella, la memoria no tendría sentido. 

Toda la información que hemos logrado almacenar se va reorganizando con el tiempo, consiguiendo una coherencia con respecto a la información que ya conocíamos antes y llegando a lo que se puede denominar comprensión o interiorización

Estos datos también se mezclan con imágenes mentales de contextos o de emociones. Como dato curioso, mediante este proceso de asociaciones a menudo también surgen nuevas ideas, entremezclando conceptos que anteriormente no parecían tener relación. 

Lo que ayuda mucho en la recuperación de información es tener siempre conceptos relacionados ya interiorizados, que faciliten una comprensión y recuperación mucho más veloces. 

Por otro lado, la recuperación de información tiene diferentes formas de manifestarse. Dos ejemplos serían el reconocimiento (recuperar información utilizando alguna imagen o pista) o la evocación (recuperar la información sin ningún estímulo que la facilite). 

Antes de pasar al siguiente punto queremos compartir contigo este video donde Sebas Font explica como memorizar leyes. ¿Para qué necesito conocer las leyes de memoria? ¿de qué sirve? Muchas veces la respuesta se resume en: ¡para aprobar tu oposición!


Si el vídeo de Sebas Font te ha gustado, ¡seguro que te encantará nuestro curso de técnicas de estudio!


Tipos de memoria que existen

Como verás, hay muchos tipos de memoria, ya que el cerebro necesita recordar las cosas en distintos momentos y procesos de funcionamiento. No se trata de un solo tipo de memoria. 

El modelo para clasificar los distintos tipos de memoria humana más ampliamente aceptado es la teoría multialmacén de Atkinson y Shiffrin, que desarrollaron y pusieron de moda en los años 60 y que se ha ido actualizando gracias al colectivo científico. 

Su modelo consistiría en tres grandes tipos de memoria, que trabajan en conjunto para conseguir todos los procesos que hemos mencionado antes:

Memoria sensorial

La memoria sensorial es la más relacionada con la codificación, y es la que nos permite registrar información física del entorno mediante los sentidos durante uno dos segundos (dependiendo del sentido), para luego llevarla a la memoria a corto plazo. 

Dentro de la memoria sensorial hay dos subsistemas relacionados con los sentidos:

  • Memoria ecoica: Registra sonidos y palabras

  • Memoria icónica: Registra la información mediante iconos, en forma de imágenes o figuras

Memoria a corto plazo

Una vez se ha escuchado o percibido la información que nos interesa, pasamos a guardarla a corto plazo. Este tipo de memoria también es conocida como memoria operativa o memoria de trabajo

Aquí iría toda memoria pensada para ser recordada en un período corto de tiempo, lógicamente. Este tipo de memoria es ideal para tareas cotidianas, y se puede dividir en cuatro pasos que regulan la forma en cómo funciona la memoria durante el procesamiento y almacenamiento. 

  1. Bucle fonológico: También conocido como lazo articulatorio, es el especializado en manipular y mantener la información verbal. Es el que solemos usar durante el aprendizaje mediante lectura o escritura. Ahora mismo estás usándolo para entender este texto.

  2. Agenda viso-espacial: Su función sería manipular información visual y espacial, en el mismo sentido que el bucle fonológico. Es la que usarías si tienes que aprenderte un camino o la distribución de las habitaciones de una casa.

  3. Almacén episódico: Mediante este almacén se integraría toda la información, usando los demás datos disponibles para establecer relaciones (verbal, visual, espacial y temporal).

  4. Sistema ejecutivo central: Este sistema sería el encargado de controlar que la información seleccionada pase a las zonas pertinentes, lo que facilita la codificación y almacenamiento de la información, hasta llevarla a la memoria de largo plazo.



Memoria a largo plazo

Al fin, después de haber pasado por la percepción, la selección y el procesamiento mediante la memoria de corto plazo, tenemos un recuerdo siendo almacenado en la memoria a largo plazo. 

Aquí es donde cualquier estudiante quiere llegar, es dónde quiere llevar toda la información al prepararse para un examen, pero hay más factores que te pueden interesar. Este tipo de memoria podría clasificarse en dos subtipos:

  • Memoria implícita o procedimental: Un tipo de información que se guarda inconscientemente, de ahí que se la llame implícita (que no se puede explicar). Se usa de forma automática, cuando lo que te interesa es aprender una habilidad. Es muy necesaria para aprender a realizar tareas complejas y difíciles de racionalizar rápidamente, como conducir.

  • Memoria explícita o declarativa: Por el lado contrario tenemos toda esa información que puedes percibir y recordar de forma consciente. Como el lado consciente abarca muchas cosas, la podemos dividir en dos tipos:

    • Memoria semántica: Consistiría en datos y conocimientos sobre el mundo. Se guardan desde nombres hasta el significado de cada cosa que la persona considere relevante. Sería indispensable para aprender a hablar. Un ejemplo de esta memoria es saber que Atenas es la capital de Grecia.

    • Memoria episódica: Esto es lo que solemos conocer como experiencias, está especializada en recordar todos los eventos relevantes que nos han ocurrido durante nuestra vida. Tiene un claro componente de supervivencia, aunque a menudo la asociemos más con nuestro primer día en el colegio o la primera vez que besaste a alguien.

Como has visto, hay muchos tipos de memoria que influyen en cómo funciona tu forma de recordar las cosas. Si quieres saber cómo memorizar más rápido necesitas usar este conocimiento a tu favor. 

5 trucos de memorización

Dado que ahora ya conoces cómo funciona la memoria y qué tipos de procesos de memorización tenemos en nuestro cerebro, ahora juegas con ventaja para sacar partido al funcionamiento de tu cerebro y memorizar mejor.

Por supuesto, hay diferentes formas de sacar partido de ello en nuestra forma de estudiar, y de hecho hay siete técnicas de estudio eficaces, que aprovechan todo esto, utilizando varios tipos de memoria conjuntamente y así conseguir una mayor recaptación de información. A continuación tienes otros trucos muy interesantes para memorizar que se demuestran eficaces: 

Dilo en voz alta

Usar el canal auditivo además del visual para aprenderte de memoria o comprender mejor alguna frase será eficaz. Leer en voz alta aumenta las probabilidades de que te aprendas de memoria ese texto, así como también te ayuda a leerlo de una forma más profunda.

Esto es lógico, ya que estás implicando varios canales diferentes de entrada de la información a la vez, y le das al cerebro más razones y oportunidades para considerarla como importante, además de facilitar el procesamiento.

Repasa

Parecerá un consejo demasiado simple, pero la mejor forma de conseguir evitar el olvido de una información y evitar problemas como la curva del olvido es mantenerla suficiente tiempo activa en la memoria a corto plazo, para que acabe pasando a la memoria de largo plazo. Puedes conseguir esto repasándola a menudo o recordándola varias veces en el tiempo. 

Esto es totalmente lógico, ya que durante el día se nos presentan miles de estímulos que no tendríamos por qué recordar. Sin embargo hay cosas a las que ponemos nuestra atención y sí que son importantes, estas son las que merecen perdurar en nuestra mente. 

Convierte la información que te interesa recordar en protagonista para lograrlo, mediante el repaso diario o semanal. 

Explícaselo a alguien

La mejor forma de interiorizar una información que tienes en la cabeza es explicársela a otra persona, ya que así conseguirás acabar codificándola correctamente, al haberla puesto en tus propias palabras.

Ya no es solo eso, sino que además estarás usando tu propia habla para intentar conseguir que otra persona, que no sabe cómo funciona, entienda a la perfección todo el contenido desde cero. 

Al explicárselo todo, estarás permitiéndote a ti también hacerlo mejor, ya que las asociaciones entre conceptos estarán mucho más claras y serás más conciso. Dado que también es posible que esa persona a la que enseñas te haga preguntas, tendrás más oportunidades de explicar lo mismo de varias formas sin aburrirte.

El trabajo que requiere enseñar es intenso, pero el esfuerzo requerido valdrá la pena, sobre todo porque es una gran manera de memorizar algo

Ponlo en práctica

Hay conocimientos teóricos que no se consideran completamente aprendidos hasta que no los pones en práctica. Algunos ejemplos pueden ser tocar un instrumento, jugar a un videojuego o hablar en un idioma. 

Realmente, por mucho que te expliquen cómo se hace algo, a veces solo es a través de la práctica que conseguirás interiorizar la información que intentas memorizar e incluso hacerla más fácil de recuperar en un futuro.

Descansa durante tus sesiones

Aunque parezca mentira, este es uno de los factores de los que más nos olvidamos cuando se trata de aprendernos algo de memoria, y es que la mente también necesita reposar. Por supuesto que dormir es un hábito saludable, pero también se puede considerar un truco, ¡dado que hacer una siesta entre sesiones de estudio o estudiar justo antes de irte a dormir puede mejorar tu memoria!

Durante el sueño hay una serie de procesos que hacen que la información recién aprendida fluya hacia la zona de memoria a largo plazo con gran velocidad, lo cual se demuestra esencial para el estudio ¡Una buena siesta podría hacerte aprender más rápido cualquier temario! Si quieres aprender más cosas acerca el efecto del descanso sobre tu rendimiento, tienes que pasarte por este artículo sobre el descanso en las oposiciones

¡Aplica estos trucos para memorizar más rápido, estamos seguros de que te harán la vida mucho más fácil!


Hábitos saludables, buena memoria

Vamos a obviar la necesidad de dormir suficiente, porque ya lo hemos comentado como una forma de mejorar tu rendimiento, pero hay otros hábitos que pueden beneficiarte para tener una mejor memoria:

Evitar el multitasking

Como ya te hemos explicado, la importancia de la atención durante la memorización es mucha. De hecho, es el primer paso hacia la percepción de la información que más te interesa. 

Por eso, es vital que evites el multitasking (es decir, hacer varias tareas a la vez). Sabemos que es más aburrido centrarte solamente en una cosa, pero cuanta más atención y concentración pongas, mejor vas a percibir y, luego, retener esa información. Así lo afirman los expertos en muchos estudios sobre el tema (Uncapher et al 2018). Créenos, si te centras más aprovecharás el tiempo que te dediques a memorizar. 

Relájate

El estrés y las prisas nunca han sido buenos para memorizar mejor un material, así que respira hondo y tómate tu tiempo de estudio con filosofía. Si es necesario, aplica técnicas de meditación. 

De hecho, según varios expertos del PNA (Mrazek et al., 2013) practicar meditación puede ayudarte a mejorar el enfoque, lo que te permite evitar mejor las distracciones y pensamientos negativos, que desvíen tu atención de tus objetivos. 

Ejercicio diario

Mantener un cuerpo activo también tiene un efecto directo sobre el riego sanguíneo de tu cerebro y, por tanto, también sobre tu desempeño en tareas como la memorización de información. 

La evidencia científica respalda esto (Chapman et al., 2013), dando además datos que verifican que con algo de ejercicio diario puedes alejar los problemas de tensión arterial y la diabetes, que podrían afectar a tu capacidad para memorizar.  

Come bien

Sí, sabemos que es un tópico, pero todo lo que comes afecta directamente a tu cerebro. Lo que se come, se cría. 

Lo importante, de cara a la memoria, es que apuestes por los alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 y 6, que podrás encontrar, por ejemplo, en el pescado, los frutos secos o el aguacate. Estos, te ayudarán a proteger a tu cerebro, además de darle energía para estudiar.

Si quieres ir sobre seguro, la mejor y más sana forma de comer, según los expertos, sería la dieta mediterránea, en la que combinamos verdura, frutas frescas, pescado y cereales, que mejoran la circulación de la sangre en el cuerpo, la oxigenación y, por tanto, también la memoria (Hardman et al., 2016).

¿Qué te han parecido nuestros consejos sobre como memorizar más rápido? Ahora, aplícalos y descubre cómo pasar la nota de corte y aprobar tu oposición con nuestras formaciones. Te acompañamos hasta que consigas ese APTO que tanto mereces.

Referencias

  • Chapman, S., Sina, A., Spence, J., DeFina, L., Keebler, M., Didehbani, N., Lu, H. (2013) Shorter term aerobic exercise improves brain, cognition, and cardiovascular fitness in aging. Frontiers in Aging Neuroscience. vol 5, page 75; https://doi.org/10.3389/fnagi.2013.00075

  • Hardman, R.J., Kennedy, G., Macpherson, H., Scholey, A.B., Pipingas, A. (2016) Adherence to a Mediterranean-Style Diet and Effects on Cognition in Adults: A Qualitative Evaluation and Systematic Review of Longitudinal and Prospective Trials. Frontiers in Nutrition, 3, 22 https://doi.org/10.3389/fnut.2016.00022

  • Mrazek, M. D., Franklin, M. S., Phillips, D. T., Baird, B., & Schooler, J. W. (2013). Mindfulness training improves working memory capacity and GRE performance while reducing mind wandering. Psychological science, 24(5), 776–781. https://doi.org/10.1177/0956797612459659

  • Roy, D. S., Kitamura, T., Okuyama, T., Ogawa, S. K., Sun, C., Obata, Y., Yoshiki, A., & Tonegawa, S. (2017). Distinct Neural Circuits for the Formation and Retrieval of Episodic Memories. Cell, 170(5), 1000–1012.e19. https://doi.org/10.1016/j.cell.2017.07.013

  • Uncapher, M.R., Wagner, A.D. (2018) Minds and brains of media multitaskers: Current findings and future directions, PNAS October 2, 2018 115 (40) 9889-9896; https://doi.org/10.1073/pnas.1611612115

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