A lo largo de etapa como estudiante, vas a tener que enfrentarte a multitud de pruebas y trabajos diferentes. Con algunos, como los exámenes escritos, seguramente ya estarás familiarizado. Pero hay otros, como las exposiciones orales o los ensayos, que son más difíciles de afrontar. ¿Cómo escribir ensayos? ¿Cómo hacer correctamente una exposición?
En Formación Ninja sabemos que es súper importante que nuestros estudiantes sean capaces de resolver cualquier tipo de tarea. En este artículo vamos a hablarte de uno de los ejercicios más difíciles: la redacción de un ensayo.
¿Qué es un ensayo?
El ensayo es un tipo de texto en el que el autor analiza un tema determinado. Para ello, lo primero es establecer una hipótesis. La hipótesis es algo parecido a la opinión. Por ejemplo, una hipótesis podría ser: “la temperatura afecta al estado de ánimo de las personas”.
El rasgo básico de una hipótesis es que necesita demostración. Es decir, una vez afirmada, tendrás que reunir toda la información necesaria para demostrarla o desmentirla. Al final, el ensayo recoge ese razonamiento que el propio autor realiza, así como todos los argumentos que expone y manifiesta para demostrar su hipótesis. Aunque el objetivo no es convencer, sino demostrar, tiene ciertos rasgos compartidos con el texto argumentativo.
¿Cuáles son los pasos para hacer un ensayo?
Sabemos que escribir un ensayo puede resultar una tarea complicada, pero lo cierto es que si sigues una serie de pasos lo tendrás mucho más fácil. Te contamos a continuación cuáles son.
Busca un tema e investígalo
Lo primero que tienes que hacer antes de redactar tu ensayo es encontrar el tema sobre el que quieres hablar. A veces pensamos que escribir sobre una determinada idea o concepto puede ser interesante y, al investigarlo, nos damos cuenta de que otros ya lo han hecho. Es importante que el tema sea innovador, que solo se haya tratado por otros autores superficialmente. De esta manera, serás tú el que profundice en el mismo, tus ideas podrán destacar y serán novedosas.
Una vez hayas escogido el asunto que vas a tratar, procura encontrar toda la bibliografía disponible al respecto. Si el tema fuera “la temperatura afecta al estado de ánimo de las personas”, tendrías que buscar otros libros relacionados con él. Por ejemplo, podrías informarte sobre el estrés térmico, o leer sobre el aumento o la disminución de la criminalidad en función de la estación del año.
Redacta un borrador
A medida que vayas informándote, irán surgiendo ideas y propuestas. Es importante que las dejes por escrito, para que no se te olviden. Redactar un borrador es la mejor opción en este punto. Ni siquiera hace falta que sea un borrador completo, basta con que los conceptos principales estén presentes.
Organízalo de tal manera que te sirva como guía a la hora de redactar tu ensayo. En general, tienes que tener en cuenta que necesitarás estructurarlo siguiendo este esquema:
Introducción
Cuerpo argumentativo
Conclusiones
Te explicamos cómo enfrentarte a cada una de estas partes.
Elabora una introducción
La introducción de tu ensayo es el planteamiento inicial y, por lo tanto, tiene que servir para poner al lector en contexto. Piensa que es muy probable que tu ensayo sea leído por personas que no conocen nada al respecto de tu investigación. En la introducción deberás aportar toda la información necesaria para que quien lo lea pueda comprender al completo el trabajo que has realizado.
Además, también es buen momento para exponer la hipótesis que vas a abordar en las siguientes líneas. Este planteamiento inicial debe apoyarse en todas las fuentes que has consultado durante la redacción del borrador: procura mencionar otros autores, otras obras que se han publicado al respecto. En términos técnicos, se llama “estado de la cuestión”, pero recuerda que el ensayo tiende a lo literario, así que procura hacerlo ameno.
Desarrolla el cuerpo argumentativo
Para que puedas demostrar tu hipótesis es necesario que redactes un cuerpo argumentativo. En el incluirás todos los datos, reflexiones e informaciones que sustentan tu afirmación. Siguiendo con nuestro tema (la relación entre el estado de ánimo de las personas y el tiempo), en este apartado podríamos escribir, por ejemplo:
Un argumento de dato: se trata de aportar cifras que respalden tu hipótesis. Por ejemplo, el porcentaje de aumento de los delitos durante el verano.
Un argumento de autoridad: que consiste en mencionar a una persona de renombre cuya opinión sea favorable a tu hipótesis.
Un argumento de hecho: explica al lector algún hecho verídico que esté relacionado con la idea que defiendes.
Un argumento de causa-efecto: trata de relacionar un efecto observado con la posible causa que lo provoca para validar tu hipótesis.
Existen multitud de argumentos y la lista puede llegar a ser inabarcable, aunque los que te exponemos en este artículo son los más utilizados. No se trata de que el cuerpo argumentativo sea una simple enumeración. Recuerda, de nuevo, que el ensayo es un texto literario. Debe ser entretenido y agradable en la lectura.
Recapitula la información
Toda la información expuesta debe ser recapitulada en el apartado final: las conclusiones. No se trata de que vuelvas a redactar, de manera resumida, lo que ya has expuesto. El objetivo final de este apartado, por el contrario, es el de lograr que el lector tenga claros los pilares básicos de tu investigación. Además, en las conclusiones tendrás que justificar si has verificado o refutado tu hipótesis, y por qué.
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